Para prevenir el cáncer de mama, como ya vimos en varias ocasiones podemos prevenirlo si tomamos las medidas correctas, esto no solamente tiene que ver con hacerse los controles necesarios, sino también con cuidar de los hábitos alimentarios que mantenemos. Por eso, hoy te vamos a dar una serie de consejos en estas notas que te ayudarán a prevenirlo, ¡presta mucha atención!
La prevención del cáncer de mama tiene que ver con mantener hábitos de vida saludables, aunque destacamos que la prevención no es 100% fiable, hay factores hereditarios en juego que no pueden evitarse. Más allá de esto podemos disminuir los riesgos manteniendo una dieta sana. Esto significa por ejemplo disminuir el consumo de alcohol, así como aumentar el consumo de frutas y verduras, consumir pocas grasas y tener una dieta equilibrada. El seguir estos puntos no solamente nos ayuda a prevenir el cáncer de mama sino también de otros tipos de cáncer y de muchas enfermedades. A continuación queremos indicarte algunos alimentos que son especialmente efectivos en estos casos:
– Linaza
– Nueces de Brasil
– Ajo
– Granada
– Vegetales veredes
– Salmón
– Brocoli
– Té verde
– Ajíes
– Cúrcuma
Mantener un peso corporal adecuado: mantener un peso corporal en la adultez en el límite inferior dentro de lo normal, evitando aumentos de la circunferencia de la cintura y del peso corporal. En los adultos la mediana del índice de masa corporal (IMC) debería de situarse entre 21 y 23 kg/m2.
Mantenerse físicamente activo: realizar actividad física moderada, 30 minutos diarios, si es posible efectuar 60 minutos diarios, o 30 minutos o más de actividad física intensa. Limitar hábitos sedentarios. La actividad física disminuye el riesgo de varios tipos de cáncer. Todas las formas de actividad física protegen contra algunos tipos de cáncer.
Restringir el consumo de productos alimenticios y bebidas altamente energéticas que posibilitan el incremento del peso: los mismos comprenden aquellos alimentos con más de 225 a 275 kcal/100 g. Evitar bebidas azucaradas y reducir o prescindir del consumo de “comidas rápidas”. “La densidad calórica media de la alimentación debería de aportar 125 kcal/100 g”.
Consumir sobre todo alimentos de origen vegetal: la recomendación para la población es ingerir un promedio de 600 g de vegetales no feculentos y frutas. A nivel individual, se recomienda consumir diariamente 5 porciones, que equivalen como mínimo a 400 g. Incluir en cada comida cereales sin procesar y leguminosas.
Limitar la ingesta de carne roja (bovina, porcina, ovina y caprina de animales domesticados) y de alimentos procesados (carnes saladas, curadas o ahumadas): el consumo de carnes rojas por parte de la población no debe de superar los 300 g (400-500 g en crudo) por semana, a nivel individual se recomienda consumir menos de 500 g por semana, en ambos casos con mínimo consumo o ninguno de carne procesada. La cocción de carne a altas temperaturas y/o parrilla de carbón, puede producir sustancias cancerígenas.
Si consume bebidas alcohólicas, no beber más de dos medidas diarias en el caso del hombre, ni más de una si es mujer (1 medida: 10-15 g de etanol): las bebidas alcohólicas incrementan el riesgo de cáncer.
Se recomienda a la población un consumo medio menor a 5 g de sal (cloruro de soio) equivalente a 2 g de sodio, diariamente. A nivel individual se limitará el consumo de alimentos con sal agregada, a los efectos de lograr una ingesta menor a 6 g de sal (2,4 g de sodio) por día. No consumir cereales o leguminosas contaminadas por hongos.
Se promueve completar los requerimientos de nutrientes en base a la dieta. No se indican suplementos nutricionales para prevenir el cáncer.
Te animamos por tanto a comenzar a incluir estos alimentos en tu dieta, son muy fáciles de implementar y marcan la diferencia a la hora de cuidar de nuestra salud, ¡suerte!