El Feng Shui puede ayudarnos a que nos sintamos más cómodos en nuestro lugar de trabajo, ya sea en nuestra propia casa o en otro lugar. Esto sirve para aumentar nuestro rendimiento y también para reducir los niveles de estrés.
El Feng Shui además de una búsqueda de equilibrio entre el yin y el yang, busca la protección ante todo lo negativo.
La entrada a nuestro trabajo es una de las zonas mas importantes, ya que será aquello que verá cualquier cliente, potencial o no, en el momento de decidirse a entrar. La puerta debe poderse abrir un mínimo de 90 grados sin que detrás de ella haya nada que pueda obstaculizar la entrada y salida de energía o Chi. El que la entrada a una oficina no tenga la suficiente luz puede provocar indecisión a los que quieran entrar. La luz es un tema esencial por razones de salud y seguridad.
En la oficina el escritorio es la pieza fundamental, debe ocupar el lugar dominante dentro del ambiente. Es preferible que mire a la puerta y que pueda ver quien entra y sale. Si esto por alguna circunstancia no es posible, se puede solucionar colocando un espejo que permita desde el escritorio ver perfectamente bien la puerta. Los escritorios deben estar libres de desorden, no debe haber papeles ni objetos que puedan distraernos. El orden como la limpieza mantienen la mente activa y concentrada. Es importante que la silla que ocupamos tenga un respaldo sólido y preferentemente contra una pared.
Hay que evitar los ángulos o ?flechas envenenadas? que apuntan en dirección al escritorio. Para remediar este problema, se recomienda incorporar en la habitación plantas con hojas redondeadas. Un número impar de plantas es más recomendable.
Las estanterías más recomendables son las que tienen puertas que cierran. Los archivadores se recomienda tenerlos bien ordenados, con carpetas etiquetadas, cestas y cajas.
Los ordenadores o computadoras generan una gran cantidad de energía Yang. Una habitación con ordenadores es muy favorable, ya que sus pantallas también simbolizan vida y actividad.