Fases del trabajo de parto natural y normal

Jesus L. Rodriguez

El trabajo de parto es toda la serie de eventos que se suceden hasta el nacimiento de tu bebé. Lo maravilloso de esto es que cada mujer tiene un proceso individual, lo vive a su manera y con sus propios detalles.

Pero todas la mujeres nacemos con este don de dar vida, por lo tanto no tengas miedo cuando este momento llegue, porque tu cuerpo sabrá lo que hacer, está genéticamente preparado para hacerlo. Es un viaje que han realizado muchísimas mujeres antes que tú.

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Independientemente de que cada mujer tiene su labor de parto única, hay una secuencia básica de acontecimientos para todas.

Síntomas prodrómicos

Los pródromos del trabajo de parto, son los sucesos anteriores a la labor de parto propiamente dicha. Hacen el trabajo preliminar al parto, preparan paulatinamente al útero, al cuello del útero y al bebé para el parto. Las contracciones que se pueden sentir en este período pueden comenzar horas o días antes del trabajo de parto verdadero.

Son irregulares, no se presentan con una frecuencia establecida, por lo general no duran más de un minuto, y son cada 7 a 10 minutos, a veces menos frecuentes también. No son intensas. Lo mejor que puedes hacer en esta etapa, es estar tranquila, no acudir al médico todavía, realizar las tareas cotidianas más indispensables con mucha tranquilidad, y con un poco de reposo.

En esta etapa el cuello del útero pasa de una posición posterior a una anterior. El cuello se ablanda y comienza a borrarse, haciéndose cada vez más fino, y se dilata levemente, de 1 a 4 cm. Se puede perder el tampón mucoso, te darás cuenta de esto porque tendrás una pérdida de flujo amarronado.

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Lo mejor es mantenerse tranquila, respirar profundamente y relajarse, estos son los primeros indicios de que todo está marchando bien. No focalices tu atención en las contracciones, distráete con otras cosas, y trata de descansar y de alimentarte bien, comidas livianas para no agregar dolor a tu estómago, comidas ricas en hidratos de carbono complejos, como granos enteros, ya que te espera una faena agotadora en las próximas horas o días, cuando llegue el trabajo de parto final. No te angusties ni te pongas ansiosa, vívelo con alegría, son un indicio de que el gran y tan esperado momento está por llegar.

Trabajo de parto activo

Primera etapa: fase latente

Aquí comienza el trabajo de parto activo. Las contracciones se hacen cada vez más largas, fuertes y frecuentes. El cuello del útero alcanza unos 4 a 5 cm. de dilatación. Este período puede durar de pocas horas a 10 o más. Estas contracciones varían de 15 a 30 segundos, comienzan cada unos 30 minutos hasta llegar a 7 o incluso 5 minutos. Necesitarás más concentración para sobrellevarlas, pero todavía puedes hablar e incluso reírte entre contracción y contracción. No te quitan la respiración. El cuello sigue dilatándose, puedes perder el tapón mucoso, algo de sangre.

Aquí ya tienes que llamar a la partera o ir al hospital, dependiendo del lugar que hayas elegido para parir. Relájate, escucha música que te guste y te haga bien, que te ayude a mantenerte tranquila. Usa las técnicas de respiración que has aprendido. No pierdas la calma. Estás a muy poco de conocer a tu bebé, piensa en eso y lo vivirás con alegría.

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Segunda etapa: fase activa

Las contracciones se tornan más fuertes, más seguidas y de mayor duración. La dilatación va de 5 cm. a 9 cm. Esta fase puede durar de 2 horas a 10. Esto varía en cada mujer. En general, las contracciones en esta etapa comienzan cada 5 minutos, y luego llegan cada 2 minutos. Son contracciones totalmente definidas, tienen un comienzo, un pico de dolor fuertísimo y finalizan. Se hacen cada vez más prolongadas, fuertes y frecuentes. Mantén la calma, no te descontroles. El bebé ya está a poco de nacer.

Toda tu atención ahora está puesta en esto, ya no querrás hablar con nadie, sólo necesitarás la compañía de alguien querido, las personas que tú elijas, sólo para estar ahí, para que te sientas apoyada. No vas a querer comer, sí es importante que tomes líquidos. Quizás se te rompa la bolsa en este período, puedes perder un poco de sangre, eso también es normal. Será un trabajo tan duro, que sentirás que el mundo desaparece, solo estarás tu y tus contracciones. Pide ayuda, es importante que alguien esté a tu lado dándote su apoyo. Con que solo te tome de la mano, y te mire a los ojos, ya te sentirás mejor. No estés sola.

Transición

El cuerpo completa el trabajo de parto. Comienza la parte más intensa, la que nunca olvidarás. Es el período más fuerte, y totalmente agotador. Es muy probable que sientas que ya no puedes más, que no resistirás tanto dolor. Pero tranquila, las mujeres estamos hechas para resistirlo, solo hay que saber sobrellevarlo. Este período puede durar de 10 minutos a una hora. Las contracciones son cada 1 o 2 minutos, son intensísimas, prolongadas, pueden durar hasta 90 minutos, algunas vendrán sin período de descanso entre ellas. El pico de estas contracciones puede ser muy prolongado.

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El cuello se dilatará de 9 a 10 cm., quizás sientas náuseas. Es un momento muy difícil de sobrellevar, aquí más que en cualquier otro momento necesitarás la presencia de alguien que esté totalmente comprometido a ayudarte, que te apoye en la concentración de los ejercicios de respiración que has aprendido, que los haga contigo, para que no pierdas la concentración y no te descontroles por el gran dolor que sentirás.

Esa persona debe guiarte en la relajación, debe alentarte, y por sobre todas las cosas, debe recordarte que tu hijo está por nacer, porque es normal que debido al gran sufrimiento que sientes, lo único que quieras sea salir de eso cuanto antes y como sea y no te importe ni tu bebé. No te preocupes ni te sientas culpable, sentir eso es normal. Muchas mujeres lo sienten. No te olvides en ningún momento, que si llegaste hasta ahí, es que todo está saliendo bien, y seguramente terminará pronto y de maravilla.

Fase latente

En esta etapa la dilatación se completa y tu bebé baja por el canal de parto. Ya comienzas a tener sensación de pujo. Es un período más descansado, las contracciones disminuyen. Aquí las contracciones no son para dilatar sino que el útero contrae para darte la sensacion de pujar. Las contracciones merman, son mucho más suaves y esporádicas, aprovecha y descansa, tu bebé ya viene.

Fase activa

Aquí comienza el pujo. Sientes la necesidad imperiosa de pujar, y no puedes evitarlo, pujarás por instinto. Ya casi no hay dolor, pero es igualmente intensa, y deberás poner todo tu esfuerzo. El descenso del bebé puede durar de 5 minutos a 3 horas. Las contracciones van asociadas a la necesidad de pujo. Puedes llegar a sentir la cabeza del bebé bajando por la vagina. La cabeza del bebé se va amoldando para entrar en el pubis de la madre y el canal de parto. Puedes llegar a expulsar orina, materia fecal, gases, no te preocupes ni te sientas avergonzada, es natural, y no tiene nada de malo. Estás viviendo un momento maravilloso.

 

Los pujos requieren concentración, y sería bueno que ya te den directivas, ya sea el médico o la partera. Pero confía en tu cuerpo, este es el momento en que toda tu información genética no te defraudará y sabrás qué hacer y cómo hacerlo, y te sorprenderás, te lo aseguro. Cuando tengas la necesidad de pujar, puja con concentración y con todas tus fuerzas. Quizás ya te sientas más que agotada por las horas previas que has vivido, pero no te preocupes, tu cuerpo sacará fuerzas de algún lugar y será capaz de hacerlo.

En cada pujo tu bebé descenderá cada vez más, por lo tanto el médico o la partera te harán indicaciones de como debes hacerlo. La mejor posición para esto es de cuclillas. En los hospitales suelen colocarte acostada de piernas para arriba, esta posición es pésima. La gravedad no está ayudando, pero bueno, ya sea acostada o de cuclillas, lo harás bien, ten confianza. Toda tu energía y esfuerzo deben estar concentrados en el pujo. Busca una buena posición, para que toda tu energía física se dirija hacia allí.

Coronamiento y nacimiento

En estos momentos vas a estar tan concentrada en lo que haces que quizás olvides a tu bebé, es que tu cuerpo siente la urgencia de expulsarlo, y ya. No te sientas culpable, esto es normal. Estarás tan concentrada en tu propia labor, que apenas estarás conciente de lo que te rodea, se puede venir el mundo abajo, pero ese niño va a nacer, porque tu cuerpo te lo impone y no importa nada más. Una fuerza desconocida, animal, totalmente instintiva y femenina estará de tu lado, algo que nunca habías percibido antes en tu ser, y que forma parte de tu hermoso género, vendrá a ayudarte.

 

Tu bebé se hace visible, se le ve la cabeza. Está naciendo. Desde que el bebé asoma su cabeza hasta el nacimiento total, puede durar de 2 a 20 minutos. Primero sale la cabeza del bebé, el médico se fija de que el cordón no este alrededor de su cuello, luego lo ayuda a salir, primero un hombro, luego el otro, y despues el resto del cuerpo.

Puedes expulsar orina, materia fecal o gases, pero ni cuenta te darás, además después de todo esto a quien le importa… Tu bebé nació.

Quizás lo veas nacer, quizás no, pero cuando lo veas estarás eufórica, y feliz, lo lograste. Una indescriptible paz te relajará completamente. Y para ti, como madre, aquí se terminó todo, te darán a tu bebé, lo pondrán en tu pecho, y todo tu mundo es él, y que importa lo demás.

Pero si falta algo. La tercera etapa.

Tercera etapa, la expulsión de la placenta o alumbramiento

Puede llevar de 5 a 30 minutos. Tendrás sensaciones de calambres en el vientre, pero no contracciones. Y deberás pujar un poco más, aunque mucho más suave que lo anterior. La placenta se desprende del útero y baja por la vagina. Algunas mujeres no sienten nada, y tienen que estimularlas a expulsarla comprimiendo fuertemente el vientre, puede dolerte un poco, pero no temas, después de todo lo que has pasado, esto no es nada. Cuando la placenta finalmente sale, sentirás un gran alivio, ya todo terminó y te sentirás completamente normal, cansada, y seguramente con un hambre feróz.

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Y ahora si, estás libre para disfrutar a tu bebé. Y te puedo asegurar que le darás gracias a la vida por haber vivido algo tan maravilloso. Sentirás que fuiste protagonista de un verdadero milagro. Algo que nunca olvidarás. Será una de las experiencias más fuertes, intensas y más hermosas que habrás vivido

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