El aparato digestivo: funcionamiento

Jesus L. Rodriguez

El sistema digestivo es una serie de órganos huecos unidos en un tubo retorcido y largo que desde la boca hasta el ano.

Comprender el funcionamiento del aparato digestivo nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación y estilo de vida, contribuyendo así a un sistema digestivo saludable y eficiente.

Dentro de este tubo es un revestimiento llamado la mucosa. En la boca, el estómago y el intestino delgado, la mucosa contiene glándulas diminutas que producen jugos que ayudan a digerir los alimentos.

También hay dos órganos sólidos digestivo, el hígado y el páncreas, que producen jugos que llegan al intestino a través de pequeños tubos.

Además, partes de otros sistemas orgánicos (por ejemplo, los nervios y la sangre) juegan un papel importante en el sistema digestivo.

El aparato digestivo: funcionamiento

La digestión

¿Por qué es importante la digestión?

Cuando comemos cosas como pan, carne y verduras, no se encuentran una forma en que el cuerpo puede utilizar como alimento. Nuestros alimentos y bebidas deben transformarse en moléculas más pequeñas de nutrientes antes de que puedan ser absorbidos en la sangre y transportados a las células del cuerpo.

La digestión es el proceso mediante el cuál los alimentos y los líquidos se degradan en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda utilizarlas para formar y nutrir las células y para proporcionar energía.

¿Cómo es la comida digerida?

La digestión consiste en la mezcla de los alimentos, su movimiento a través del tracto digestivo, y la descomposición química de las moléculas grandes de alimento en moléculas más pequeñas. La digestión comienza en la boca, cuando masticar y tragar, y se completa en el intestino delgado. El proceso químico varía un poco para diferentes tipos de alimentos.

Los órganos grandes y huecos del aparato digestivo contienen músculo que permite que sus paredes se mueva. El movimiento de las paredes de órganos puede impulsar los alimentos y líquidos, y también se puede mezclar el contenido dentro de cada órgano. El movimiento típico del esófago, el estómago y el intestino se denomina peristaltismo.

Peristaltismo

La acción del peristaltismo se parece a una ola del mar moviéndose a través del músculo. El músculo del órgano produce un estrechamiento y luego impulsa la porción estrecha poco a poco a lo largo del órgano. Estas ondas de estrechamiento empujar el alimento y el líquido delante de ellos a través de cada órgano hueco.

El primer movimiento muscular importante ocurre cuando el alimento o líquido se traga. A pesar de que se es capaz de empezar a tragar por elección, una vez que comienza el viaje del alimento el movimiento se vuelve involuntario y continúa bajo el control de los nervios.

El aparato digestivo: funcionamiento

Esófago

El esófago es el órgano en el que se empuja el alimento ingerido. Se conecta la garganta con el anterior por debajo del estómago.

En la unión del esófago y el estómago, hay una forma de anillo de la válvula de cierre del paso entre los dos órganos. Sin embargo, como la comida se acerca al anillo cerrado, los músculos que rodean se relajan y permiten que la comida pase.

Digestión en el Estómago:

El estómago secreta ácido y enzimas para descomponer aún más los alimentos. La mezcla resultante, conocida como quimo, se forma para facilitar la absorción de nutrientes.

Los alimentos entran en el estómago, que tiene tres tareas mecánicas que hacer. En primer lugar, el estómago debe almacenar los alimentos y líquidos ingeridos. Esto requiere que el músculo de la parte superior del estómago se relaje y acepte cantidades grandes de alimento.

El segundo trabajo consiste en mezclar los alimentos, los líquidos y el jugo digestivo producido por el estómago. La parte inferior del estómago mezcla de estos materiales por su acción muscular. La tercera tarea del estómago es vaciar su contenido lentamente en el intestino delgado.

Varios factores influyen en el vaciado del estómago, incluyendo la naturaleza de los alimentos (principalmente su contenido de grasa y proteína) y el grado de acción de los músculos del estómago vaciado y el órgano siguiente para recibir el contenido del estómago (intestino delgado).

Absorción en el Intestino Delgado:

La parte principal de la absorción tiene lugar en el intestino delgado. Aquí, los nutrientes se desglosan aún más y son absorbidos por el torrente sanguíneo. Como la comida es digerida en el intestino delgado y se disuelven en los jugos del páncreas, el hígado y el intestino, el contenido del intestino se mezcla y se empuja hacia delante para permitir más digestión.

El Papel del Intestino Grueso:

En el intestino grueso, se extrae agua y sales, formando las heces que serán eliminadas más adelante. Todos los nutrientes digeridos se absorben a través de las paredes intestinales. Los productos de desecho de este proceso incluyen digerir las partes del alimento, conocido como la fibra, y las células más viejas que se han desprendido de la mucosa.

Eliminación:

Finalmente, las sustancias no absorbidas y los desechos se eliminan del cuerpo a través del recto en forma de heces. Estos materiales son impulsados hacia el colon, donde permanecen, por lo general por un día o dos, hasta que las heces se expulsan por la defecación.

Órganos Clave en Acción:

Estómago:

El estómago, con su acidez y enzimas digestivas, desempeña un papel crucial en la descomposición de los alimentos y la formación del quimo.

Hígado y Vesícula Biliar:

El hígado produce la bilis, almacenada en la vesícula biliar, que ayuda en la digestión de grasas y facilita la absorción de nutrientes.

Páncreas:

El páncreas secreta enzimas digestivas adicionales al intestino delgado, contribuyendo al proceso de descomposición.

Factores Clave que Afectan el Funcionamiento:

Alimentación Saludable:

Una dieta equilibrada rica en fibra, vitaminas y minerales favorece el funcionamiento óptimo del sistema digestivo.

Hidratación:

El consumo adecuado de agua es esencial para mantener la lubricación y facilitar los procesos digestivos.

Actividad Física:

El ejercicio regular estimula la actividad digestiva y favorece la salud gastrointestinal.

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