Lo primero que debemos tener en cuenta es que si hacemos bien nuestros ejercicios es casi lo mismo ejercitarse en casa que en un gimnasio. El verdadero problema viene de la motivación y la rutina, por esta razón hoy voy a darte algunos consejos para que tu casa se transforme en tu propio gimnasio personal.
Día a día
Al igual que en un gimnasio nuestros ejercicios dentro de la casa deben ser diarios, no se puede fallar un día porque debemos hacer esto o aquello. Mantener una rutina es imprescindible para que nuestra motivación sea constante y no nos perdamos en el camino.
Nuestro tiempo
Una forma de lograr una rutina diaria es plantearnos un momento en el día dedicado a hacer nuestros ejercicios. Este puede ser por la mañana, luego del mediodía o directamente por la noche, pero lo que debemos hacer es plantear un momento dedicado a nuestro propio cuidado corporal.
Complementos
Podemos obtener una motivación extra a través de programas de televisión grabados o en vivo sobre ejercicios. No es necesario recurrir a aquellos viejos VHS de los 80, ya que existen muchos otros programas hoy en día que te ayudan a renovar tus rutinas a diario. Conseguir esta ayuda extra facilitará tu motivación para con tu rutina.
El lugar, importante. Conviene escoger un espacio de la casa y asócialo al ejercicio. Esta elección es mucho más importante de lo que uno cree. Se tiende a pensar que el salón es el lugar más indicado para hacer ejercicio ya que es, normalmente, la habitación más amplia de la casa. Sin embargo, lo ideal es escoger un espacio que se logre, con el paso del tiempo, asociar al “espacio del ejercicio”. Y, además, no olvides que este lugar debe estar bien despejado, ventilado, iluminado y tener una temperatura adecuada.
Ponte metas. Porque no todo el mundo tiene el mismo cuerpo, las mismas necesidades y los mismos objetivos, no todo el mundo debe hacer los mismos ejercicios. En este caso, un entrenador personal online, puede serte de ayuda para asesorarte, motivarte y planificar cada entrenamiento en función de cada objetivo.
Mejor en compañía. Hacer ejercicio acompañado ayuda a mantener la constancia, la motivación y el entusiasmo. Es necesario que la persona no sea perezosa, porque si no lo más probable es que se acabe tomando un refresco en lugar de hacer ejercicio. ¡Eso sí! Es importante saber que los dos no necesitáis los mismos ejercicios; vuestros cuerpos son diferentes y vuestros objetivos también.
Márcate una rutina diaria. Es mejor, por ejemplo, hacer ejercicio a primera hora de la mañana: es cuando más relajado se está, cuando menos interrupciones se pueden encontrar…a medida que pasa el día surgen más impedimentos y planes inesperados para hacer ejercicio en casa.
Al ritmo de la música. Si acompañas el ejercicio con música tendrás más de una ventaja: provoca sonrisas, anima a todo el mundo y ayuda a ponerse en forma. Y es que la música da energía, vigor y ganas de hacer ejercicio. Por este motivo en casa es importante tener música porque con ella hacer ejercicio resultará aún más entretenido.
No olvides el calentamiento. Como todo el mundo sabe, el calentamiento previene de posibles lesiones y no sólo eso sino que, además, predispone el cuerpo y la mente para hacer ejercicio; es la clave de la estimulación, como tal, es necesario dedicarle al menos cinco minutos. ¡No hay que olvidar una cosa! El calentamiento no debe causar fatiga o cansancio sino que debe servir para relajarse buscando alcanzar el grado de activación perfecto para ponerse manos a la obra con los ejercicios.