Dietas mágicas, ¡cuidado, los milagros no existen!

Jesus L. Rodriguez
¿Quién establece lo que es bello o no?, ¿quién tiene derecho a dictaminar que una mujer delgada resulta más bonita que aquella con las formas algo más redondeadas? Lo único que puede y debería servir de medida de la belleza es la salud, después para gustos, los colores, la belleza es algo muy subjetivo, ¿no crees?

8 de cada 10 españoles quiere perder peso. Ante estos datos abrumadores y con el verano a la vuelta de la esquina, conviene estar muy alerta ante las dietas milagro que crecen en cualquier esquina, que prometen una pérdida de peso exprés y con las que, lo único que pierdes, es salud.

Producen efectos psicológicos negativos, favorecen el efecto rebote, dañan el sistema metabólico y lo hacen resistente a las dietas, desencadenan incluso trastornos de comportamiento como la anorexia o la bulimia y provocan deficiencias importantes de proteínas, vitaminas y minerales.

Ante riesgos tan importantes, conviene andar con mucho ojo y descartar esas dietas milagrosas tan perjudiciales para la salud. Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) nos dan las claves para saber detectarlas.

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El objetivo de las dietas es siempre la pérdida de peso, pero estas deben conseguir mejorar los hábitos alimentarios y la salud de quienes las realizan como fin último. Desde la AESAN nos dan algunas claves para reconocer las dietas peligrosas. La primera está en los kilos que prometen hacer desaparecer como por arte de magia, lo normal y recomendable, son aquellas en las que se pierde 1 kilo por semana.

También hay que sospechar de las que prohiben alimentos. Se puede comer de todo, sólo que en menores cantidades y modificando la manera de cocinarlos. Lo ideal de una dieta es aquella que se componga de un  50-60% de hidratos de carbono (cereales y sus derivados, arroz, tubérculos, legumbres, verduras y frutas), un 30% de grasa (aceite de oliva) y un 10-15% de proteínas (carne, pescado, huevos, queso y frutos secos).

Una dieta que aporta entre 400 y 750 calorías al día es una auténtica aberración. Según la AESAN debe buscarse una pérdida de peso moderada y gradual, y para ello se precisa ingerir entre 20 y 25 calorías al día por kilo de peso. Por ejemplo, una mujer de 80 kilos, necesitaría aproximadamente de 1.600 a 1.800 calorías dependiendo del ejercicio que realice. En el sitio web de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria puedes realizar unos test y verificar si la dieta que estás haciendo puede poner en riesgo tu salud y puedes consultar las dietas más peligrosas para tu salud y sus potenciales riesgos.

Entre las dietas de las que nos alertan desde la AESAN está la última que se ha puesto de moda entre las celebrities, dicen que fue la elegida por Penélope Cruz para su reaparición después de dar a luz. Es el método Dukan, que promete adelgazar 5 kilos en tan sólo 2 semanas sin pasar hambre. Son 100 alimentos permitidos, 72 ricos en proteínas y 38 verduras. El creador, Pierre Dukan, dietista y autor del ya best seller No consigo adelgazar.

También ha llamado la atención sobre ella la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, y la Asociación Británica de Dietética ha situado este método como una de las peores cinco dietas de 2011. Este tipo de dietas hiperproteicas producen un efecto saciante, con lo que se consigue perder peso, pero se pierde fundamentalmente agua y no grasa, lo que puede hacer, que, a corto plazo aumenten los niveles de colesterol, y producir lesiones en el hígado y en el riñón a largo plazo.

Según un estudio realizado en 22 países europeos los españoles somos, junto con los italianos, los que más interés tenemos en perder peso, el 87% se ha propuesto adelgazar este año, la mayoría tiene la intención de perder más de 5 kilos, y otros muchos hasta más de 11. Y el porcentaje es aún mayor entre el género femenino, casi todas las mujeres, el 91%, tiene como objetivo adelgazar durante el año.

Por eso, no nos cansamos de repetirte que dejar de comer o comer mal no es la manera de perder peso, la única manera de conseguirlo es ponerse en manos de un médico. Debes tomártelo con calma, plantearte objetivos reales en periodos de tiempo razonables. 5 comidas y ejercicio. Comer de todo, y algunos de los alimentos en pequeñas cantidades, no picar entre horas ni saltarse comidas, ir al supermercado con el estómago lleno y llevar siempre una lista de la compra son algunas de las claves. Pero, sobre todo, hay algo que nunca debes dejar de tener presente: la salud es lo más importante.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con problemas de nutricion deben consultar a un nutricionista o dietista titulado para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. No inicie ninguna dieta no convencional sin consultar previamente con un profesional de la salud.

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