Son muchas las personas que, bajo los complejos infundados por la misma sociedad y los crueles spots publicitarios, han sucumbido a la tentación de las dietas mágicas. Hay quienes incluso hoy día siguen sucumbiendo a ellas. Lo peor es que aquellos que las siguen ignoran completamente las consecuencias que pueden tener sobre su salud.
Es increíble la cantidad de dietas milagrosas que podemos encontrar en un sin fin de revistas, webs, etc. Vamos a desmitificar el mito: no existen. No solamente es que no existan sino que las dietas no pueden ser generalizadas porque el metabolismo de cada ser humano es diferente y las dietas adelgazantes deben contemplar esas diferencias.
Médicamente se ha establecido un máximo de kilos que puedan ser perdidos saludablemente por mes, nunca debemos confiar en aquellas dietas que dicen rebasarlo mágicamente. Las consecuencias pueden ser diversas y van desde un organismo débil y expuesto a numerosos agentes infecciosos, hasta patologías más serias fruto de un desequilibrio metabólico.
Si deseamos adelgazar debemos tener en cuenta que hay profesionales que han estudiado para ofrecernos unas soluciones y alternativas respetuosas con nuestro cuerpo y nuestra salud. Siempre es preferible tardar un poco más en perder los kilos y esforzarnos en conseguirlo, que pretender bajar todos los kilos deseados en un tiempo milagrosamente corto, exponiendo nuestra salud y padeciendo por ello graves consecuencias: nuestra salud es nuestra responsabilidad.
La mayor parte de estas dietas milagros implican sacrificios como eliminar radicalmente todos los carbohidratos o, en el peor de los casos, el de las monomeals, cualquier alimento que no sea el único ingrediente en que se basa. Adiós a los hidratos de carbono, buenos y malos, proteínas, ácidos grasos esenciales, fibra, muchas vitaminas, los minerales… Una forma de comer que impida llevar una alimentación saludable con todos los nutrientes que necesitamos hay que descartarla de inmediato.
Un médico o un nutricionista es quien mejor te puede aconsejar sobre el tipo de dieta que debes hacer para bajar de peso. Una analítica completa para saber cómo estás antes de comenzar puede ser de gran ayuda para hacer más efectivo y saludable el régimen. En general, no es recomendable hacer dieta sin el apoyo y la prescipción de un profesional, pero menos aún las que impliquen carencias nutricionales severas.
Descarta cualquier régimen que lleve la palabra ‘milagro’ asociada a su nombre. Las palabras ‘rápido’, ‘disociado’ o ‘con nuestro preparado estrella’ también te deberían alejar de ellas. Cualquier método que te impida comer de manera equilibrada no solo no es efectivo a largo plazo sino que puede ser muy peligroso para tu salud.