Suspendemos en hidratación

Jesus L. Rodriguez

Suspendemos en hidrataciónCreemos que nos hidratamos adecuadamente, pero el 92,7% de la población española encuestada no bebe lo suficiente.

Grupos de riesgo: lo saben, pero no lo practican
La mayoría saben la importancia de hidratarse, pero suspenden a la hora de practicarlo. Los grupos en riesgo, como las personas que trabajan al aire libre, beben menos de lo adecuado (un 94% en este caso). Por su parte, el 97% de los mayores declaran beber menos de lo que necesita el cuerpo. Así como el 91% de quienes practican deporte.

Y en verano…
Si en condiciones normales se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua al día, en verano el 87% de los encuestados sabe que hay que prestar aún más atención a la hidratación. Sin embargo, solo la mitad de los españoles reconoce tomar medidas especiales.
¿En aglomeraciones, fiesta y conciertos? Situaciones de riesgo a las que el 30% tampoco les presta atención.

Beber sin tener sed
Esta es una de las máximas de una correcta hidratación, porque cuando tenemos sed significa que nuestro cuerpo ya está padeciendo la escasez de agua y no se recupera de inmediato. En este caso, el 38% bebe agua antes de tener sed, pero un 60% sólo lo hace cuando el cuerpo se lo pide.

Mil formas de hidratarse
Agua, infusiones, zumos, refrescos, lácteos… alrededor de la mitad de los encuestados reconoce que las bebidas son sabor le ayudan a beber más y también la diversidad de líquidos. Es una buena manera de cuidar nuestro cuerpo: buscar la mejor fórmula para mantenerlo hidratado.

Uno de los principales indicadores de la carencia de agua es la piel seca, pues la mayor parte del tiempo se atribuye este problema a la continua exposición al sol, cambios climáticos u hormonales, cuando la solución únicamente es ingerir el líquido vital.

El cansancio, bajo rendimiento físico y mental son otro síntomas, en ocasiones se cree que esto se soluciona al beber café o alguna bebida energética, sin embargo la mejor solución será beber abundante agua.

Los mareos y dolores de cabeza son causados por una baja presión arterial que a su vez es causada por falta de agua en el cuerpo, además provoca estreñimiento, ya que el líquido cumple con la función de lubricante intestinal, ayudando a la fácil evacuación de las heces.

Diariamente perdemos cantidades considerables de agua al orinar, sudar, llorar y durante la respiración, por lo que es sumamente importante recuperarla. Es recomendable que una persona adulta consuma dos litros de agua, lo que se traduce en 6 u 8 vasos del líquido para estar bien hidratados y evitar padecimientos.

El agua el mejor hidratador

El agua está considerada como uno de los mayores nutrientes de nuestro organismo. La importancia del agua en nuestro cuerpo es tal que ésta actúa como transportador de nutrientes, elimina los desechos que hay en nuestro organismo y regula nuestra temperatura corporal.

Si durante el entrenamiento o durante la competición la pérdida de agua es muy elevada debido a nuestra sudoración es indispensable que nos ayudemos hidratando nuestro cuerpo de forma regular y con frecuencia para mantenerlo hidratado y evitar así que aumente nuestra temperatura corporal.

No todo el mundo tiene las mismas pérdidas de líquidos ya que hay atletas que sudan más que otros y por lo tanto no todos necesitan de la misma cantidad de agua para hidratarse. Además, hay que tener en cuenta que otros factores externos pueden hacernos sudar más de la cuenta como: la altitud, la temperatura exterior, la intensidad con la que hagamos el ejercicio.

Consecuencias de una mala hidratación

No tener una buena hidratación física puede comportar que nuestro rendimiento disminuya muchísimo y acabe incluso por agotarnos durante nuestro entrenamiento sin apenas habernos ejercitado.

Si la deshidratación es muy elevada puede provocarnos que incluso el ejercicio acabe convirtiéndose en un problema ya que pueden surgir mareos, nauseas o incluso peligro de muerte cuando la deshidratación es exageradamente elevada.

Conocer nuestra hidratación

Hay dos maneras de saber si uno mismo está bien hidratado o no. Una manera sería observando el color y la cantidad de orina que desechamos y la frecuencia con la que la realizamos. Esto nos indicará si nuestro cuerpo esta lo suficientemente hidratado. Por ejemplo, si nuestra orina es poco clara y la cantidad que desechamos no es muy grande nos da a conocer que nuestro nivel de hidratación es escaso.

Otra de las maneras que podemos conocer nuestra hidratación antes de realizar cualquier ejercicio es pesándonos antes de iniciar éste. Si después de una semana de ejercicio hemos perdido peso sea probablemente por la pérdida de líquido, por lo que es recomendable beber abundante para recuperar ese líquido perdido.

Por tal motivo se recomienda muy seriamente que antes de iniciar cualquier actividad deportiva, no sólo correr, se lleve la bebida encima.

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