Deficiencia de hierro en el embarazo

Jesus L. Rodriguez

Deficiencia de hierro en el embarazo

La deficiencia de hierro es una deficiencia nutricional que se produce en lactantes, adolescentes y embarazadas; esto por las altas demanda de hierro que se asocian al crecimiento rápido del cuerpo, la que se produce por una enfermedad intestinal inflamatoria, una dieta inadecuada, pérdida crónica de sangre y donación excesiva de sangre, entre otras cosas.

Cuando ocurre una deficiencia de hierro ligera, generalmente no se presentan síntomas, pero cuando esta se encuentra avanzada se produce anemia, falta de aire, fatiga, palidez en la piel y falta de energía para hacer ejercicio. Pero cuando ocurre una deficiencia de hierro durante el embarazo, esto puede afectar el desarrollo del cerebro del niño entre otras complicaciones.

Deficiencia de hierro en el embarazo síntomas y consecuencias

Cuando existe una deficiencia de hierro en el embarazo, se produce una anemia, la que a su vez puede ocasionar muchas veces un retraso en el desarrollo del feto, si se trata de una anemia crónica. Además se puede producir nacimientos prematuros cuando la madre tiene una carencia de hierro, afectando también de desarrollo psicomotriz, el desarrollo y la capacidad para explorar y de desarrollar otro tipo de capacidades cognoscitivas en el niño.

Además los hijos de madres que tuvieron anemia durante el embarazo, aumentan sus posibilidades para después padecerla a una edad temprana, sin dejar de mencionar que las embarazadas luego del parto, pueden presentar una fatiga y cansancio mayor, pudiendo tener otras enfermedades relacionadas con la carencia de hierro, ya que esto provoca una disminución en el oxígeno de las células producto de una baja concentración de hemoglobina en la sangre.

En cuanto a los síntomas de una deficiencia de hierro en el embarazo, la piel puede ser pálida o más amarilla, mismo color que pueden tener los ojos y la boca; además existe un agotamiento mayor y se puede sufrir de dolor de cabeza y frecuentes taquicardias. Además algunas embarazadas pueden presentar síntomas de irritabilidad, aumento en el tamaño del hígado, llagas en la lengua y algunos problemas en la cicatrización de heridas. Esto hace fundamental que se pueda mejorar la absorción de hierro durante la gestación, para esto se debe mantener una alimentación balanceada, dejando de beber té o café después de los alimentos, ya que estas bebidas impiden la absorción de hierro.

Donde lo mejor es consumir alimentos ricos en hierro en conjunto con alimentos altos en vitamina C, ya que estos últimos ayudan a mejorar su absorción en el organismo.

La importancia de consumir alimentos con hierro en el embarazo

El hierro es importante para la fabricación de hemoglobina, la que es una proteína de los glóbulos rojos que se encarga de distribuir el oxígeno en las células, además es un componente de la mioglobina, proteína que ayuda a llevar oxígeno a los músculos; además del colágeno, huesos, cartílagos y de otros tejidos. El hierro además es importante porque ayuda a mantener sano el sistema inmunológico, y específicamente en el embarazo se necesita de más hierro para fabricar más hemoglobina debido a que la cantidad de sangre que circula en el cuerpo aumenta.

Además para nutrir el crecimiento del bebé se necesita de una buena fuente de hierro, ayudando también a nutrir la placenta del bebé con mayor énfasis en el segundo y tercer y trimestre de embarazo.

Las mujeres que están embarazadas necesitan 27 mg diarios de hierro en comparación a los 18 mg que necesita una mujer que no está embarazada.

Además para prevenir una deficiencia de hierro en el embarazo, se deben consumir ciertos alimentos, como las carnes rojas, ya que es una de las mejores fuentes de hierro para las embarazadas; evitando el hígado, ya que a pesar de ser una gran fuente de hierro, tiene cantidades peligrosas de vitamina A. Las embarazadas que no comen carnes, también pueden obtener hierro comiendo cereales, legumbres y verduras.

Pero sin duda las mejores fuentes de hierro para una embarazada son los pescados, aves, carnes rojas, pudiendo agregar alimentos ricos en vitamina C como brócoli, fresas y jugo de naranja para potenciar la absorción de este mineral en el organismo. Además, se debe tener cuidado con el calcio que no proviene de los productos lácteos ya que este reduce la absorción de hierro; pero siempre en la visita periódica al médico, el profesional sugiere el consumo de un suplemento vitamínico con cerca de 30 mg de hierro, en el caso de que la alimentación no entregue suficientes cantidades de hierro al organismo.

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