Cómo utilizar el refrigerador saludablemente

Jesus L. Rodriguez

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Si realmente quieres seguir una alimentación saludable, tienes que prestar atención a muchas otras cosas aparte del momento en que te sientas a comer en la mesa. De hecho, el hábito de seguir una dieta balanceada comienza a partir de compras saludables en el supermercado, de cocinar de la manera más sana posible y, aunque te sorprenda, también de la forma cómo guardamos nuestros alimentos en el refrigerador.

¿Pensabas que se trata de colocar las comidas y bebidas a tu antojo? ¡No es así! Hay varias reglas que debemos seguir para utilizar el refrigerador de manera saludable. ¿Sabías, por ejemplo, que las frutas y las verduras jamás pueden guardarse en bolsas de plástico? ¿O que no debes almacenar chocolate en el congelador?

Veamos juntos algunos consejos para que utilices este esencial electrodoméstico correctamente.

Temperatura

Cómo utilizar el refrigerador saludablemente_temperatura.jpgRecuerda que la temperatura ideal para conservar los alimentos se encuentra entre 1ºC y 5ºC. Si la temperatura se excede de esas cantidades, tanto para arriba como para abajo, los alimentos podrían estropearse. Para el congelador o freezer, la temperatura adecuada es de unos -18ºC.

No abras demasiado las puertas

Cómo utilizar el refrigerador saludablemente_puertas.jpgEste consejo parece estar dirigido especialmente hacia mí, pues a veces, mientras cocino, sin querer dejo las puertas de la nevera abiertas a medida que voy buscando los ingredientes. ¿Tú también sueles abrir las puertas del refrigerador con frecuencia? No debemos hacerlo para evitar que el aire caliente ingrese y perjudique el sistema de refrigeración.

¿Cómo almacenar los alimentos?

Cómo utilizar el refrigerador saludablemente_almacenar alimentos.jpg¡No guardes todos los paquetes amontonados! Los alimentos deben estar guardados de manera que quede un poco de espacio entre ellos así el aire refrigerado puede circular alrededor. Intenta guardar los alimentos similares juntos así sabes dónde encontrarlos rápidamente; por ejemplo, la mantequilla y el queso merecen ir en un estante de arriba, o cualquier lugar visible, dado que son de los más usados. De esa forma, no tendrás que revisar la nevera varias veces.

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