Los antojos son la principal amenaza para nuestro estilo de vida saludable. Si queremos evitar o mitigar sus efectos, algunas cosas que podemos hacer.
Descubramos juntas la raíz del problema y la próxima vez que tengamos esa necesidad insaciable debemos hacernos las siguientes preguntas y seguir los consejos que nos indican los expertos:
- ¿ Estoy comiendo menos de lo acostumbrado? Está demostrado que si restringimos nuestra alimentación tendremos mayor probabilidad de padecer “antojos” y consumirlos en la primera oportunidad que tengamos. Limitar el consumo de calorías puede generar obsesión, lo que debemos hacer en este caso es olvidarnos de las prohibiciones y disfrutar de nuestros alimentos preferidos, pero en forma controlada, tratando de consumir porciones pequeñas incluyendo los postres. Tampoco tenemos por qué negarnos a los antojos tratando de sustituirlo por otro bajo en calorías, ya que esto no distraerá la atención de nuestro centro cerebral de la memoria. Es saludable ponernos límites, pero también podemos salirnos de ellos de vez en cuando.
- ¿Duermo las horas necesarias? Las noches de insomnio son suficientes como para aumentar considerablemente el apetito y los antojos por alimentos ricos en almidón debido aldesbalance hormoral que se produce. Los expertos aconsejan consumir café durante el día para evitar el consumo entre comidas de antojos ricos en calorías como una solución inmediata y momentánea hasta que retornemos a la normalidad. Un truco que nos ayudará a ganar la lucha contra todos nuestros antojos es servirnos en un plato pequeño una porción diminuta de lo que deseamos comer.
- ¿ Estoy padeciendo de estrés? Nuestro cuerpo libera una hormona llana cortisol cuando estamos tensas, esta a su vez envía señales al cerebro para ser compensada con alimentos ricos en grasas y azúcares, los cuales detienen el ciclo de estrés al bajar los niveles de esta hormona. En estos casos lo que necesitamos realmente es sentirnos mejor y por ello debemos estimular nuestra felicidad escuchando música (melodías positivas), cuando nos ataquen los antojos, ya que está comprobado que las mujeres tenemos una reacción emocional profunda a la música. También existen otros trucos como hablar por teléfono con una amiga o salir a caminar en compañía de alguien en lugar de comer, pero lo más importante, no nos olvidemos es identificar el por qué de ese sentimiento que nos invade y de ser posible llamar a alguna persona cercana y pedir consejo.
Conocer nuestra criptonita: Existen dos tipos de antojos, aquellos de los que podemos comer un poco y sentirnos satisfechos, y aquellos que nos hacen chupar los dedos, el fondo del envase y salir corriendo a comprar más. La intensidad del antojo varía según la persona, por eso es importante saber qué alimento nos es irresistible y mantenernos lo más lejos posible de él.
Mantener la chatarra lejos de la casa: Es mucho más probable que consumamos frituras si están en la alacena que si debemos salir a comprarla. Por eso, lo ideal es ni siquiera acercarse a ese pasillo en el mercado. Si necesitamos semanalmente nuestra dosis de galletas de chocolate, lo mejor es salir de casa a comprar un envase tamaño pequeño para saciar la ansiedad, y no tener un gran envase en casa “por si acaso”.
Sustitutos: Muchas veces podemos evitar las calorías adicionales, la grasa, sal y el azúcar escogiendo algo que sea similar, pero no chatarra. Las frutas, yogures bajos en grasas y encurtidos son sustitutos de casi todos los alimentos chatarra.
Haz tratos: Cuando nos asalten los antojos podemos hacer lo siguiente: colocaremos una alarma que suene dentro de una hora. Si al cabo de ese tiempo, aún deseamos comer esa porción de comida chatarra, nos permitiremos una cantidad limitada. Mientras transcurre esa hora, debemos encontrar algo activo que hacer, como caminar, ordenar o limpiar. Los antojos suelen durar de 20 a 30 minutos.
Llamar a un amigo: A veces comemos porque estemos enojados, tristes o estresados. Llamar a un amigo y hablar al respecto es una forma mucho menos calórica de liberar ansiedad, y nos da algo que hacer mientras el antojo pasa.
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