La depresión no sólo afecta a quien la siente. También repercute en el resto de las personas que la rodean. Realmente debe ser muy feo encontrarnos que nuestro hermano, primo, hijo o amigo se encuentra con el estado de ánimo liquidado y sin ganas de nada, a tal punto que tememos con que se le cruce la idea de suicidarse.
Ante una situación asi, lo primero que queremos es ayudarlos. Por eso mismo, te indicamos cómo ayudar a una persona deprimida para que puedas hacer algo por él.
Las siguientes sugerencias te ayudarán en esta tarea:
1. Aprende todo lo que puedas sobre la depresión. Trata de conocer los síntomas, causas y terapias existentes. Necesitas entender con qué te enfrentas antes de poder ayudar.
2. Sé comprensivo. No subestimes la seriedad de la depresión. Algunas personas consideran que si alguien tiene un problema psicológico, en realidad “no tiene nada” y sólo se toman en serio las enfermedades físicas. No obstante, la depresión es algo que hay que tomarse en serio, la persona deprimida no lo está porque quiera estarlo, sino porque no puede evitarlo y no sabe cómo salir de ese estado. Si supiera cómo salir, sin duda lo haría. La depresión consume la energía, optimismo y vitalidad de una persona y no es tan fácil salir de ella.
3. No te lo tomes como algo personal. La irritabilidad y la hostilidad son síntomas frecuentes en la depresión. A menudo, una persona deprimida puede decir cosas hirientes.
4. Ten expectativas realistas. Puede ser frustrante ver a una persona deprimida, sobre todo si el progreso es lento o no hay progreso alguno. Es importante tener paciencia. La mayoría de las depresiones no suelen durar más de seis meses.
5. Acepta el problema. No le ayudarás si niegas el problema y finges que no pasa nada, que es un bajón sin importancia. De hecho, esto puede impedir a la persona deprimida buscar tratamiento.
6. No trates de ser el “salvador” ni rescatar a esa persona de la depresión. No es responsabilidad tuya arreglar el problema y tampoco puedes hacerlo. La recuperación de la depresión está en manos de la persona que la padece.
Lo más importante que puedes hacer por la persona deprimida es darle tu cariño y apoyo. Esto significa ser compasivo y paciente, lo cual no siempre es fácil debido a la hostilidad, negatividad, irritabilidad y mal humor que suelen acompañar a la depresión.
Algunas frases de apoyo que puedes decirle son las siguientes:
Te quiero a pesar de lo que digas o hagas.
No estás solo en esto ni en nada de lo que hagas.
Dime qué puedo hacer para ayudarte en este momento.
Sé que no puedo entender lo que estás pasando, pero estoy aquí para escucharte si quieres hablar.
Sé que es muy duro.
Tú eres muy importante para mí.
Puedes superar esto. Hay personas que pueden ayudarte.
No te vas a sentir así siempre. Encontraremos el modo de hacer que te sientas mejor.
Lo que nunca debes decirle a una persona deprimida
Evita decir frases como las siguientes:
Todo está en tu cabeza.
Todos atravesamos fases como esta.
Te podrás bien. Deja de preocuparte.
Mira el lado bueno.
Tienes mucho por lo que vivir, ¿por qué quieres morir?
Yo no puedo hacer nada.
Deja de actuar así.
¿Qué pasa contigo?
¿No deberías estar mejor ya?
Anima a la persona deprimida a buscar tratamiento
Lograr que una persona deprimida busque tratamiento es difícil, debido a que la propia naturaleza de la depresión se lo impide. La depresión priva a una persona de motivación, energía y esperanza, de manera que no es raro que piense que la terapia no servirá de nada.
Si tu amigo o familiar se resiste a ir a un psicólogo, trata de convencerle de que al menos vaya al médico a hacerse un chequeo. Esto es una buena idea para descartar un posible problema médico y porque el médico puede confirmar el diagnóstico de depresión y animar a la persona deprimida a buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. A veces, la opinión de un médico puede tener más peso que la de una amigo o familiar a la hora de convencerle de buscar tratamiento.
Otras cosas que puedes hacer:
Ofrécete para acompañarle al médico o psicólogo o para encontrar uno. Incluso dile que puedes encargarte de pedir tú la cita. Encontrar el terapeuta adecuado puede ser difícil y a veces es necesario ir a ver a varios psicólogos antes de encontrarlo. Para una persona deprimida puede ser de gran ayuda tener a alguien que se encargue de concertar las citas y buscar opciones.
Anímale a escribir sus síntomas en una lista antes de ver al médico. También puedes ayudarle a hacer la lista, añadiendo lo que hayas observado, como: “sueles tener dolor de estómago después del trabajo”.
Asegúrate de que el médico hace las pruebas necesarias para descartar las enfermedades que cursan con síntomas similares a la depresión. Si no hay causa médica, el médico debería referirlo a un psicólogo.
Sé comprensivo. No subestimes la seriedad de la depresión. Algunas personas consideran que si alguien tiene un problema psicológico, en realidad «no tiene nada» y sólo se toman en serio las enfermedades físicas. No obstante, la depresión es algo que hay que tomarse en serio, la persona deprimida no lo está porque quiera estarlo, sino porque no puede evitarlo y no sabe cómo salir de ese estado. Si supiera cómo salir, sin duda lo haría. La depresión consume la energía, optimismo y vitalidad de una persona y no es tan fácil salir de ella.
- Pide ayuda a otras personas. Seguramente tu ser querido que padece depresión quiera guardar su problema en secreto. Sin embargo, esto no es saludable: tú solo no puedes ayudarlo. Por eso, pide ayuda a más integrantes de la familia o círculo de amigos. De esa manera, será mucho más fácil.
- Pregúntale qué necesita. La depresión no aparece de la nada, tiene que haber una razón por la cual tu ser querido se siente así. Para que puedas ayudarlo, primero necesitas saber qué está necesitando.
- No trates de resolver el problema tú solo. Por más compañía, compresión y cariño que puedas brindarle, la depresión es una enfermedad que no se cura sola y que en muchos casos requiere del análisis de un profesional.
- Ayúdalo con cosas prácticas. No puedes hacer que la depresión se cure, pero sí puedes hacer cosas para que mejore el ánimo y la calidad de vida de esa persona. Ayúdala con las tareas de la casa, haz sus compras, lleva a sus hijos al colegio, invítala a pasear para que se distraiga, etc.
- Conoce tus limitaciones. Al mismo tiempo, es importante que sepas que no puedes estar las 24 horas del día pegado a tu familiar o amigo que está con depresión. Tú no puedes hacer todo, por eso es esencial que informes de esta situación a más personas.
- Tómate un tiempo para ti. Ayudar a una persona con depresión puede ser abrumador así que también reserva tiempo para ti mismo. Sal a caminar, mira una película, reúnete con tus amigos, ve al gimnasio.
- Toma en serio las amenazas. Lamentablemente, el suicidio a veces suele ser el punto final de una fuerte depresión. Si tu ser querido ha manifestado deseos de querer quitarse la vida, consulta urgente con un psicoanalista y trata de que no pase ni un minuto solo.