Hay veces que las 24 horas del día nos parecen poco, muuuy poco. Sobre todo cuando tenemos tantas pero tantas cosas para hacer que aun añadiendo horas al reloj nos quedaríamos sin tiempo.
Trabajos atrasados, reuniones pendientes, varios libros para estudiar y exámenes para rendir… ¿Cómo hacemos para aprovechar el día y poder hacer todo eso? La solución no está en alargar el día sino exprimir al máximo las horas existentes. Las palabras claves: una buena organización.
A continuación, tus esperados consejos que te enseñarán cómo aprovechar mejor el día. ¡Evita el estrés!
¡Desconecta!. Tienes que desconectar de las cosas que te agobian. Debes saber desconectar al menos 30 minutos de todo. Pero cuando digo de todo, ES TODO: la televisión, Internet, el teléfono (fijo o móvil), el coche, etc… Si eres de los que siempre está a disposición de todo el mundo, eso tienes que cambiarlo. Yo hace tiempo que lo hago. Tengo animales con los que voy a pasear todos los días un mínimo de 1 hora, en dos tandas. Eso me ayuda a desconectar de todo, no llevo móvil ni llevo nada, sólo las llaves de casa para poder entrar… Este paso me ayuda enormemente y fue el primer paso para pensar en todo lo que sobrevino después, conseguí realizar proyectos nuevos de los que no me arrepiento. Aunque tú no tengas un perrito al que pasear, paséate a ti mismo, sal de casa, de la oficina, 30 minutos, y procura no pensar en todo lo que tienes que hacer, piensa en ti.
Ve más despacio. La raza humana es singular, corremos aquí, corremos allí, vamos a una velocidad vertiginosa, persiguiéndonos el trasero. Competimos con los demás. Queremos estar por delante de otras personas. Todo es más o menos aceptable en un entorno de trabajo donde queremos marcar la diferencia, pero no debería ser pasto de nuestra vida personal. Aprende de la Naturaleza, saca el pie del acelerador. Fíjate en la tortuga, que para avanzar dos metros descansa uno. Vive más lentamente y vivirás más tiempo y, sobre todo, comenzarás a apreciar mucho más las cosas.
Socialízate más. Aprovechar el día en nuestro beneficio significa compartir más con los demás, significa socializarse más. El ir a tomar un café al parque, ir al cine, visitar algún sitio bonito, etc, puede hacer que te encuentres con personas que hace tiempo que no ves, charlas más con la gente, nuestros vecinos nos ven más, la familia disfruta más de nosotros. En fin, no hay motivo ni razón para no compartir el día con personas que son una parte importante de ti.
Evita bebidas y alimentos “estimulantes”
Difícilmente podrás madrugar si a lo largo del día te has tomado tres cafés, y has terminado la noche yéndote de cañas. El cuerpo te pedirá descanso, y literalmente te impedirá despertarte pronto.
Madruga de forma progresiva
Si los sábados tienes la costumbre de despertarte sobre las 10 o las 11 de la mañana, no pretendas despertarte a las cinco de la mañana de un día para otro. Tienes que hacerlo de una forma suave y progresiva. Durante el primer mes puedes probar a despertarte a las 9.30, a las 8.30 durante el segundo mes y así hasta que llegues a una hora óptima en la que puedas aprovechar el día.
Comparte tu objetivo con familiares y amigos
Si compartes tus intenciones con las personas que conoces, tu mismo tendrás una razón más para hacerlo. Pídeles que te pregunten sobre tu progreso, que te “regañen” cuando no lo consigas, y que te “alaben” cuando hayas conseguido tu objetivo.
Medita
Antes de irte a dormir dedica un tiempo a la meditación y márcate el firme objetivo de despertarte pronto al día siguiente. Convéncete de que es posible, que no es ese “gran trauma” que ahora mismo te puede estar pareciendo que es.
Mantenga el orden
Tener cada cosa en su lugar ahorra tiempo, evita accidentes y genera eficiencia. El tiempo que se pierde al buscar herramientas, refacciones o llaves de un vehículo sumado puede ser incluso de horas al día.