Mantener una buena postura es fundamental para cuidar de nuestra salud. Muchas veces inconscientemente nos torcemos y encorvamos la espalda sin darnos cuenta, esto puede tener graves repercusiones en el futuro. Por eso, es fundamental que hagamos lo posible por mejorar nuestra postura y que la columna no se tuerza.
Nuestra postura depende de muchos factores, uno de ellos es la tonificación de nuestro músculos tónicos o posturales, de la tensión ligamentaria, del apoyo plantar o del pie y del sistema vestibular del oído que colabora grandemente en el equilibrio.
Los músculos tónicos que mencionamos cumplen la función de vencer la gravedad y permitir una postura erguida. Se organizan en cadenas y, en general, son lo que se ubican en la parte posterior de nuestro cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
Si bien es importante mantener a todos los músculos tonificados, existen algunos que están más involucrados que otros, los cuales pueden ayudar en gran medida a solucionar problemas posturales. Entre ellos se encuentran el trapecio, los extensores dorsales, el recto abdominal, el oblicuo interno y el oblicuo externo. Es importante mantener un buen soporte delantero para que la parte superior del cuerpo no se caiga hacia adelante, lo mismo sucede con los ubicados en la parte trasera del cuerpo y en los miembros inferiores.
Por esta razón resulta imprescindible evitar el sedentarismo, ya que el mantener una misma posición por mucho tiempo lleva a curvas la columna vertebral, generando una postura incorrecta.
Para ejercitar los músculos correspondientes se deben utilizar pequeñas cargas, es importante que las mismas no sean excesivas y que estemos siempre supervisados por un entrenador.
De la misma manera, resulta fundamental realizar actividades de elongación y flexibilidad para ejercitar las articulaciones y el estiramiento de los tendones. También son muy beneficiosos los deportes o ejercicios que involucran grandes grupos musculares, como la natación.
Ejercicio de La Creciente. Este ejercicio en particular ayudará a promover una buena postura y fortalecer los músculos superiores de la espalda. Usted debe sentarse derecho en una silla con los pies apoyados en el suelo. A continuación, llevar los brazos a los lados con los codos metidos estrechamente a su cuerpo. Extienda los antebrazos hacia fuera hasta que formen un ángulo de 90 grados con sus brazos superiores y son paralelos al piso. Con las palmas hacia abajo, empuje sus omóplatos hacia dentro y juntos mientras le abre el pecho hacia afuera. Mantenga esto durante cinco segundos y hacer un movimiento circular con las manos, como si estuviera encerando un coche. Haga esto durante 30 segundos. Repita diez veces.
La inclinación pélvica. Promover la espalda de baja intensidad, se encuentran en el suelo con la espalda y los pies planos sobre la superficie plana. Pon las manos detrás de la cabeza. Empuje con los pies para levantar su espalda aproximadamente 5 pulgadas inferiores del suelo. Mantenga su parte superior de la espalda contra el piso y mantenga esta posición durante unos 15 segundos. Repita diez veces.
Céntrate en las pantorrillas. Cambia tu postura y balancéate dependiendo más de las pantorrillas. Descansa y pon energía en tus pasos. Verás que la parte superior de tu cuerpo se relajará y asumirá una postura erguida la cual quitará presión a la espalda, hombros y cuello y trabajará en tus músculos abdominales.
El Pilates banco de ejercicio. Este es uno de los fortalecedores de núcleo más conocidos. Acuéstese boca abajo y levante su cuerpo en una posición tipo banco, el apoyo con los antebrazos y dedos de los pies. Mantenga la espalda recta y mantenga esta posición durante un conteo de 10 para comenzar y el progreso de todo el tiempo que pueda. No se trata de conjuntos de 10. Con el tiempo, usted puede construir hasta un minuto.
Teniendo en cuenta estos puntos lograremos solucionar los problemas postulares que tanto afectan nuestra salud.