Comer rápido es malo

Jesus L. Rodriguez

Comer rapido es maloComer rápido es lo peor que podemos hacer, pues normalmente esta prisa suele ir acompañada de descontrol, ansiedad que no solamente nos hace masticar mal, sino que además consigue que abramos demasiado la boca al introducir los alimentos ingiriendo la comida acompañada de mucho aire que nos provocará gases y dolores estomacales y  puede provocar indigestión e inflamación por tragar mucho aire, esto también provoca gases.

Despacio para bajar de peso

Recientes estudios han logrado determinar que con el solo hecho de comer más lento se podrían consumir menos calorías, la razón es porque nuestro cerebro durante el espacio de tiempo de alimentación llega a un punto sensible en el que ya cree que ha saciado su hambre, contrario a lo que sucede cuando comemos rápido. La fórmula es sencilla, si comes despacio tendrás mayor posibilidad de darte cuenta que estás lleno y en consecuencias no te alimentarás de más. Resultado: un par de kilos menos. la sensación de hambre suele desaparecer a los 30 minutos después de comenzar a comer, por tanto cuanto más despacio se coma menos calorías se ingerirán cuando ya no sintamos la necesidad de comer.

Mejorar la digestión

¿Te has preguntado cuáles pueden ser las causas de tener estreñimiento? Puede que se trate de la verdadera carrera contra reloj que emprendes al comer pues el buen funcionamiento del aparato digestivo puede verse en peligro. La recomendación es comer despacio para masticar mejor los alimentos y no dejar todo el trabajo a los jugos gástricos de tu estómago.

Masticar mal los alimentos hará que las digestiones se hagan más lentas y pesadas, con todo lo que esto conlleva para el organismo, y es que la asimilación de los nutrientes es mucho peor y el cuerpo no los procesará de forma correcta. Algunos de ellos como las grasas y demás no se absorben adecuadamente y acaban por asimilarse en el organismo y hacernos más mal que bien. Además, este proceso acaba por ralentizar nuestro metabolismo, que se ve arrastrado por la lentitud de la digestión, con lo que consumimos menos energía.

Disfruta los alimentos

Si comes toda tu comida muy rápido lo que sucede es que no disfrutas el sabor de ella. ¿Qué tal el delicioso sabor de la fruta favorita? Pero, ¿qué sentido tiene si no te sientes en la plena facultad de disfrutarlo, sino que debido al afán, las labores de la oficina y el poco tiempo no disfrutas los alimentos?

Indigestión

Comer rápido es un camino directo a la indigestión. Entre sus principales síntomas se encuentra el ardor estomacal y la pesadez. A veces, estos son tan agudos que pueden llegar a confundirse con un ataque al corazón. El malestar cede una vez que el cuerpo ha podido terminar de digerir los enormes pedazos de comida que has engullido.

Aumento de peso

El cerebro y el estómago trabajan en sincronía para controlar el apetito. Este proceso no es instantáneo; de hecho, tu estómago demora alrededor de 20 minutos en comunicarle al cerebro que ya has comido suficiente. Por este motivo, sicomes muy rápido, habrás tragado muchas calorías, antes de que tu estómago haya podido avisarle a tu cerebro que no las necesitaba. Y todos sabemos que las calorías en exceso terminan traduciéndose en kilos indeseados.

Disociación de señales

Cuando comes muy rápido, dejas de escuchar a tu cuerpo. Esto te lleva a perder la noción de si tienes hambre o estás satisfecho. Con el tiempo, dejas de ser sensible a las señales de apetito y saciedad y comienzas a guiarte por deseos o impulsos emocionales. Y estos nunca son buenos consejeros.

La comida debe de ser un acto social saludable:

donde se establezcan charlas distendidas y esto haga que comamos más despacio, menos y que la hora de comer no suponga un tiempo de estrés, sino todo lo contrario, un lugar en el día donde apartarse de los problemas y disfrutar con la comida.

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