¿Cómo puedes sentirte mejor a nivel anímico? Sin duda, la actitud es muy importante en la conquista del bienestar. te damos las claves para sentirte bien anímicamente:
El 90% de nuestra conducta y de nuestra personalidad (qué somos y como somos), así como muchas de las opiniones sobre ti mismo vienen determinadas por tu subconsciente. Con Equilibrio Emocional trabajas profundamente todas las emociones y opiniones al nivel subconsciente. Aquí está la diferencia.
1. En primer lugar, intenta estar en contacto con amigos y familiares porque la soledad constante es dañina para el espíritu. El ser humano necesita de amigos y familiares para estar bien.
2. Mantente ocupado para centrar tu atención en temas reales y no en preocupaciones irreales. El ocio propicia que una persona dé muchas vueltas a la cabeza.
3. Ten paciencia contigo mismo y aprende a perdonarte por los errores del pasado.
4. Rompe la rutina y haz cosas nuevas porque la vida es una aventura que deja cierto margen abierto a la improvisación.
5. Ten un diálogo interior constructivo, es decir, positivo. Cuida la forma y el tono en el que te hablas a ti mismo porque así también podrás mejorar tus relaciones con los demás.
6. Escucha música alegre y vital a primera hora de la mañana para empezar el día con energía.
7. En un momento de ansiedad cierra los ojos y respira profundamente.
8. A nivel físico también es fundamental salir a caminar todos los días y respirar aire puro.
9. Saborea los pequeños placeres de la vida y da las gracias por todo lo bueno que tienes.
10. Busca la oportunidad de reforzar tu estilo de vida activa, para ello, acude caminando al trabajo, utiliza las escaleras, haz recados en tiendas que estén fuera de tu barrio… Haz más deporte, para ello, puedes hacer tu matrícula en un gimnasio.
Escucha música: El poder terapéutico de las melodías es sorprendente. Una canción que sea de tu agrado puede cambiar tu estado de ánimo en segundos. Te inyecta una buena dosis de energía y vitalidad. Cuando estés contento crea una playlist que te ayudará cuando tengas momentos de tristeza o aburrimiento.
Sé agradecido: Toma una hoja en blanco y un lápiz para escribir 10 cosas que has logrado a través de tu vida y que te han dado felicidad. Este listado de gratitud te hará recordar momentos reconfortantes y volverás a sonreír sin que te des cuenta.
Acepta a los demás como son.
Aceptar es dejar de luchar contra eso que te irrita. Es entender que esa persona no tiene por qué comportarse o expresarse como tú lo harías. O que sus valores y sus reglas no tienen por qué ser los tuyos. O que ella no tiene que cambiar para que tú cambies.
Puede que pienses que tienes derecho a ofenderte por el comportamiento de alguien, pero eso sólo pasa porque crees que las cosas tienen que hacerse como tú las harías. Y no, no es así. Yo también pensaba que alguien no tenía por qué gritarme, pero eso es lo que yo no haría. Y el otro no es yo, ni yo soy el otro.
Así que déjale ser como quiera ser y decide cómo quieres ser y sentirte tú cuando estés cerca.
Distánciate de las personas tóxicas
Y, si decides que no quieres estar cerca, toma distancia. Porque tienes derecho a decidir quién quieres que forme parte de tu vida. Céntrate en las personas que te agradan y te hacen sentir bien y aléjate todo lo que puedas de las otras.
Y si hay alguien de quien no puedes alejarte físicamente, siempre puedes tomar distancia emocional y afectiva. Por ejemplo, dejando de contarle lo que sabes que no va a apreciar.
Nunca olvides que da igual cómo alguien te trate. Da igual que te lance veneno. Da igual que escupa fuego por su boca… Tú decides si te envenenas. Tú decides si te quemas. Si no lo haces, si no lo coges, el veneno volverá a él.
Hacer de lo sencillo algo especial
Es importante hacer de lo sencillo algo especial igual que hacen los niños cuando lo observan todo por primera vez. Para ello, regalarte un ramo de flores sin esperar a que sea otra persona quien tome la iniciativa de elegir un ramo de rosas para ti. Puedes decorar la mesa de una forma especial el día en el que vas a comer tú solo, simplemente, porque lo mereces.
Anímate a ser anfitrión en más ocasiones porque es un hábito que te ayuda a reforzar tus relaciones sociales pero también aporta felicidad que una casa se llene de alegrías, risas y planes compartidos.
si me hae flta leer muchos comentarios sobre el diario vivir es decir la labor de ser mama ama de casa amiga y esposa tia.y muchas cosas mas..gracias