Aquellas personas que atraviesan un momento de desamor sienten que hay algo que roba su paz interior, se sienten intranquilas y tienen dificultades para disfrutar del presente. ¿Cómo mejorar tu bienestar anímico en medio de un desamor?
1. En primer lugar, marca distancia con la persona que es la causa de tus preocupaciones: aléjate de alguien que por mucho que te guste a ti, no te corresponde en la misma forma.
2. Acepta las cosas tal y como son: evita contarte a ti mismo una película que poco tiene que ver con la realidad. Por muy dura que sea la realidad y por mucho que te duela, te dolerá menos que engañarte a ti mismo.
3. Existen personas que te quieren, te aprecian y te valoran. Por tanto, busca apoyo y consuelo en esas personas que mejoran tu vida.
4. Te puede servir de ayuda hacer un curso sobre inteligencia emocional, coaching, psicología o autoestima. Puedes aprender a tomar conciencia de tu mundo interno.
5. Descansa durante más tiempo pero no te encierres en casa. Sal a respirar aire puro porque el aire fresco te renueva por dentro.
6. Disfruta de tus aficiones porque gracias a ese disfrute aportas calidad de vida a tu presente.
7. Céntrate en tu trabajo y en la satisfacción del esfuerzo en el cumplimiento de tus metas.
8. Ama la vida porque la vida te da más cuando más positivo eres tú. Incluso en un desamor, es posible disfrutar de placeres incondicionales.
Ciclo de la vergüenza
Muchos de los procesos del amor son reactivos. Desamor y dolor físico. “Nosotros hablamos del ciclo de la vergüenza. Cuando una expectativa se cumple recibimos una dosis de oxitocina y de dopamina. Cuando ocurre lo contrario, entramos en el proceso de la vergüenza: una etapa de frustración en la que predominan la tristeza y la pena, seguido, para reequilibrar el sistema, de una etapa de enfado y rabia, que puede ser o no externalizada y después otra etapa de culpa. Es una reacción en cadena”, asegura el experto en Psicología.
Cada persona tiene grabados los sentimientos en zonas distintas. La tristeza o la ansiedad de cada uno tiene un mapa corporal distinto.
“Todo lo psicológico tiene una repercusión a nivel corporal porque es el cuerpo lo que sostiene lo psicológico”, afirma Gómez.
Cada ser humano tiene distintas neuroredes que se han ido asociando con estados corpóreos, algunos la frustración se evidencia en la piel, el estómago, la garganta.
“Tiene que ver, también, con el género. Las mujeres son más complejas a nivel hormonal. A las mujeres les afecta más al sistema endocrino y a los hombres tiene que ver más con órganos en concreto”,
Imagen: Royalty/free-corbis
muy bueno el articulo