Comer fuera puede llegar a ser todo un problema si estamos a dieta, ya que nos vemos tentados a consumir todo tipo de platos calóricos que no nos ayudan en nada. Por eso, en esta serie de notas queremos darte consejos para que puedas disfrutar de tu comida y al mismo tiempo te cuides, se trata de puntos sencillos de seguir y que no requieren demasiado de nosotros, ¡presta mucha atención!
Vamos a comenzar hablando sobre el pan en este caso, normalmente evitamos comer pan en estos lugares, sin embargo, esto no debe ser necesariamente así, debemos fijarnos qué tipos de pan se nos sirve. Aunque, es importante que no comas demasiado, con una pieza ya es suficiente, a menos que el primer plato sea arroz o pasta, en ese caso deberíamos evitarlo.
El segundo punto a considerar es la bebida, sin duda que la mejor opción es agua, en caso de que desees tomar vino o cerveza, entonces recuerda solicitarlo en copas, ya que aunque son bebidas saludables, contienen alcohol y éste debe tomarse con moderación, además de que tienen un elevado aporte calórico. Recomendamos que evites los refrescos, estas bebidas suelen ser muy azucaradas y contienen gas, lo mismo con los licores de sobremesa, lo mejor es saltearlo.
sean cuales la circunstancias por las que no eres tú la que preparas tu comida, para que almorzar fuera de casa no se convierta en sinónimo de comida desequilibrada, debes seguir una serie de normas que te detallamos a continuación.
Sigue estas normas
- Procura que los menús de cada día sean variados y que estén compuestos por dos platos y postre.
- Es importante que alguno de los platos principales esté formado por verduras. Bien como ingredientes de primeros platos, bien como guarnición en los segundos.
- Procura beber dos vasos de agua antes de la comida. Esto saciará tu apetito y, por lo tanto, comerás menos cantidad.
- Intenta acudir al restaurante siempre a la misma hora, ya que de este modo tu organismo responderá mejor a la hora de digerir los alimentos.
- Evita las comidas rápidas. Aportan pocos nutrientes y engordan más.
- Procura no pedir platos que contengan salsas excesivamente grasas. Busca en el menú otra opción que sea menos calórica.
- Come despacio y mastica bien los alimentos. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S) recomienda dedicar al menos 40 minutos a la comida.
- Escoge los segundos platos que estén preparados a la plancha o al horno, ya que estos suelen prepararse sin demasiadas grasas.
- Procura que los platos no estén acompañados por guarniciones pesadas como es el caso de la salsa de tomate, ensaladilla rusa o patatas fritas. También puedes optar por pedir al cocinero que cambie las mismas por ensaladas.
- Acostumbra a finalizar la comida con una infusión. Es mucho más sano que el café.
- Sustituye el postre dulce por fruta de temporada.
- Pide que el pan sea integral. Te ayuda en la digestión y, además, engorda menos.
A la hora de elegir los platos aconsejan seguir uno de estos dos modelos: verdura de primero, carne o pescado de segundo y arroz o patatas -no solo fritas, también al horno o asadas- de guarnición; o bien arroz o pasta de primero y carne o pescado con ensalada de segundo.
En todo caso, el menú debe incluir verduras y hortalizas, proteínas, hidratos de carbono (cereales, legumbres o patatas), aceite de oliva y unos 30 o 40 gramos de pan, integral a ser posible.
A los vegetarianos les recomiendan sustituir la carne y el pescado por legumbres y vegetales combinados, como, por ejemplo, lentejas con arroz, que juntas aportan las mismas proteínas que los productos animales.
Para beber sugieren elegir agua corriente, que no tiene calorías, pero si se prefiere vino o un refresco se debe pedir en vaso y no en botella, para controlar mejor el consumo.