Vivos o en conserva al natural, el berberecho destaca por su contenido en calcio y su sorprendente aporte en hierro, sólo equiparable al de la almeja y muy superior al de la carne, contiene doce veces más hierro que la ternera y al de las legumbres.
Este mineral, con el que se oxigenan todas las células de nuestro cuerpo, combate el cansancio, previene la anemia y mejora el color de la piel.
Debido a su contenido en magnesio, los moluscos protegen el corazón.
Si a esto le añadimos su nulo aporte en grasas, podemos decir que el berberecho es un alimento de obligada inclusión en las dietas cardio saludables.
Los berberechos alimentan, y además de proporcionar buenas dosis de proteínas y de hidratos, poseen yodo y vitamina B2, dos nutrientes que intervienen en el proceso de crecimiento.
No tires el líquido de las conservas, es en él donde se encuentra buena parte de las vitaminas y minerales que se disuelven en el agua.
Te servirá para aderezar los propios berberechos y como concentrado de caldo de pescado. Antes de abrir una lata, límpiala con un trapo para evitar que la suciedad entre en el interior.