El hecho de meterse en el agua ya tiene un efecto físico sobre el cuerpo humano, pues la acción mecánica del oleaje y las corrientes obliga al bañista a llevar a cabo un esfuerzo permanente por mantener el equilibrio, lo cual fortalece músculos y articulaciones, resultando especialmente recomendable para personas con artritis.
En el mar existen miles de vitaminas que aunque imperceptibles son nutrientes esenciales para nuestro organismo
El agua de mar cuenta con una composición distinta a la dulce: posee zinc, potasio, yodo y oligoelementos que la convierten en una gran aliada de nuestra piel y nuestro cuerpo en general. Uno de sus principales beneficios son sus propiedades antibióticas que funcionan muy bien en los procesos de cicatrización.
Favorece la eliminación de toxinas. Permanecer dentro del agua de mar estimula el circuito venoso y linfático de nuestro organismo lo que nos ayuda a drenar líquidos y eliminar toxinas.
Nadar o flotar en el mar ayuda a la relajación muscular y gracias a la presencia de yodo también favorece la recuperación de los músculos ante ciertas lesiones.
Fortalece los huesos. En una investigación realizada por el Instituto Francés de Estudios de Recursos Marinos se descubrió que el calcio y fósforo que se encuentran en el mar, lo que favorece que estos mismos elementos se fijen en el cuerpo humano. Además, ayuda a la movilidad de músculos y articulaciones.
El agua de mar contiene vitaminas, sales minerales, aminoácidos y microorganismos vivos. Todos estos componentes son fácilmente absorbibles por el organismo y, una vez en su interior, contribuyen a fortalecer al sistema inmune. Así que, ¡no dudes en pegarte un buen chapuzón! Esto no solo elevará tus defensas, sino que también te ayudará a liberarte de todas las toxinas que produce tu cuerpo. ¿Conclusión? ¡Lucirás una piel mas sedosa y un organismo mucho más saludable!
Beneficia al corazón. En el agua de mar el cuerpo pesa ocho veces menos que fuera de él, esto permite una disminución en el esfuerzo que se le demanda al corazón.
Desde hace décadas a las personas con problemas o enfermedades respiratorias se les recomendaba respirar brisa marina y darse baños en el mar y es que este tipo de agua favorece mucho nuestros pulmones siendo ideal para acabar con catarros, tos con flema y mejorar dolencias más serias.
Desinfecta y mejora las heridas cutáneas: El yodo, elemento existente en el agua de mar, tiene un efecto desinfectante y mejorador en el aspecto y estado de las heridas. Sus propiedades también ayudan a regular la glándula tiroides que nos permite bajar de peso.
Los baños de mar favorecen la buena circulación. Esto se debe a que ni bien penetres en el agua de mar, tu organismo comenzará a absorber todos aquellos minerales esenciales que pierdes por el estrés, una dieta poco balanceada o un ambiente muy contaminado. De esta manera, tus células se verán beneficiadas con más nutrientes y oxígeno. Esto les permitirá efectivizar su funcionamiento y resultará, indefectiblemente, en un mayor caudal de energía.
Su contenido de magnesio ayuda a calmar la ansiedad por lo que unos cuantos días en la playa es una terapia recomendada para quienes sufren de nerviosismo, estrés o depresión de leve a severa.
Activa la circulación. La presión del agua que es mayor que la del aire facilita la circulación venosa de retorno, misma que se encarga de impulsar el flujo sanguíneo al corazón. También mejora la circulación en los vasos capilares.
En el mar se produce un fenómeno que se conoce como quimiosíntesis, similar a la fotosíntesis de las plantas, pero que además convierte los minerales inorgánicos en nutrientes orgánicos mediante las bacterias marinas. Esas sustancias orgánicas que inciden de forma saludable sobre los tejidos, comoantioxidantes y vitaminas, pueden pasar al organismo a través de la piel, aunque en cantidades muy escasas. Combinar los baños marinos con baños de sol ayuda a potenciar el efecto de algunas de ellas, como la vitamina D.
El agua de mar, sobre todo cuando está tibia, contribuye a activar los mecanismos de sanación del organismo. Esto te mantendrá a salvo de ataques de asma, artritis, bronquitis y otras enfermedades inflamatorias. Por otro lado, y como si esto fuera poco, su riqueza de magnesio transforma al agua de mar en un relajante muscular por excelencia. Esto hace que sea sumamente efectiva para combatir el estrés e inducir al sueño.
me gusta el sabor del comino, lo uso en las comidas