Hoy queremos hablar sobre un alimento sumamente especial que tiene muchísimo para aportarnos, se trata del jengibre. El mismo suele ser empleado en recetas dulces, aunque no es su única utilidad, también puede añadirse en preparaciones saladas y queda sumamente delicioso. Hoy queremos centrarnos particularmente en una de sus principales características, para que puedas comenzar a consumirlo y beneficiarte del mismo, ¡presta mucha atención!
Utilizar jengibre en la cocina es una forma de agregarle minerales a nuestros platos, ya que es especialmente rico en potasio. Este es un mineral fundamental para nuestra salud, ya que participa en la conservación del equilibrio hidroelectrolitico y además, para el adecuado funcionamiento de sistema nervioso y muscular.
Te contamos que en el jengibre encontramos alrededor de 410 mg de potasio por cada 100 gramos. En el caso del jengibre en polvo, el cual es deshidratado, este posee cerca de 1.5 gramos de este mineral por cada 100 gramos. Por tanto, una sola cucharada para saborizar y aromatizar platos ofrece cerca de 300 mg de potasio. Gracias a al sabor entre dulce y amargo del jengibre podemos disfrutarlo en variados platos, como dulces, en galletas, ensaladas, salsas, cremas, copas y más.
El Jengibre que consumimos es el tallo-raíz subterráneo de una planta perenne de la familia de las cingiberáceas, con largas hojas angostas y pequeñas flores violetas o amarillas. Puede alcanzar cerca de un metro de altura o algo más cuando es cultivada en las laderas de las montañas.
Su tallo nudoso del cual van brotando raíces es lo que usamos como condimento, alimento o remedio medicinal. Para poder utilizarlo hay que esperar al menos seis meses desde su siembra. Una vez extraído de la tierra, lavar bien la planta y dejarla secar durante varios días, de esta manera resistirá guardado a temperatura ambiente durante varios meses.
Uso culinario del Jengibre
Son muchas las maneras de consumir Jengibre; se puede utilizar como ingrediente para hacer dulces, condimentos en comidas preparadas o infusión de su rizoma (tallo-raíz). También incluir pequeños pedacitos en jugos o licuados de frutas y vegetales es una buena opción para aprovechar todas sus propiedades.
Las distintas presentaciones son el rizoma (tallo-raíz) fresco de la planta o en polvo seco, también se puede encontrar en infusión, tintura, aceite esencial y cápsulas. Combina muy bien con linaza, cedro, rosal, palisandro, árnica, ulmaria, cayena, aloe, pasiflora, romero, avena, nerolí, ajo y limón tanto para infusiones como condimento.
Asimismo el condimento se usa en el arte culinario por tener la propiedad de potenciar sabores. Aunque a veces la cocina asiática lo usa para el contrario, disfrazar sabores fuertes de algunos mariscos o carnes por ejemplo. En todo caso, son muy variadas las propiedades culinarias que posee.
Son muchas las salsas saborizantes que en la cocina oriental se preparan con esta aromática planta fresca, tanto para elaborar carnes, pescados, arroz y otros platos típicos. En cambio en la cocina occidental se basa su uso principalmente en el tallo-raíz seco pulverizado, dándole a los platos cierto punto picante y un nuevo aroma.
El Jengibre tiene en su composición al menos 12 elementos antivirales. Actualmente los científicos han aislado algunos de estos componentes para combatir el rhinorvirus (virus común del resfriado). En general el consumo del Jengibre lucha contra los síntomas del resfriado disminuyendo la fiebre, el dolor, la tos e induciendo al descanso.
Son muchas las utilidades que se pueden otorgar a este antibiótico natural. Hay que tener presente que los antibióticos fueron el gran descubrimiento de la medicina moderna (1942). Miles de enfermedades incurables pasaron a ser curables gracias a ellos, pero aún hoy día se van descubriendo nuevas contraindicaciones, alergias, intolerancias y la disminución de las defensas a causa del frecuente uso.
Sin duda se trata de un excelente alimento, ¡te animamos a comenzar a consumirlo!