Alimentos germinados: doblemente saludables

Jesus L. Rodriguez

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Probablemente, todos hayamos realizado el experimento del germinador, colocando una semilla en un algodón húmedo para ver cómo brotaba y así comprender el proceso del crecimiento vegetal. Pero lo que seguramente no sabías en ese momento, y tal vez tampoco ahora, es que si te hubieras comido esos pequeños brotes, lo que en realidad habrías ingerido era una estupenda fuente de nutrientes super digeribles, pues los brotes o alimentos germinados poseen grandes beneficios, para la salud.

¿Qué son los alimentos germinados? 

En realidad, hay poca diferencia entre un alimento germinado y el producto de tu germinador escolar, ya que simplemente nos referimos como germinado a un grano en proceso de brotación, destinado para el consumo.

Actualmente es cada vez más común consumir alimentos germinados, especialmente en ensaladas o preparaciones frescas, utilizándose comúnmente los brotes de soja. Además de estos últimos, son muchos los tipos de granos y leguminosas que pueden hacerse germinar para intensificar su contenido nutricional, como lo son las lentejas, porotos, trigo, frijoles, garbanzos, habas, maíz, guisantes, y una larga lista más.

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Contenido nutricional de los alimentos germinados

La importancia nutricional de los alimentos germinados radica en que con este proceso el alimento ve incrementado su contenido alimenticio hasta en 10 veces más que en un grano común, debido a que la semilla debe producir más alimento para sostener a esa otra futura planta (el brote), generando procesos enzimáticos para elaborar más proteínas y aminoácidos. Así, el grano germinado cuenta con muchos más nutrientes que los que hay en un grano sin germinar. Y tanto es el valor nutritivo de los alimentos germinados que se los equipara con los beneficios de las frutas y verduras.

En el caso especifico de la soja, con el germinado se intensifica su contenido en fitoquímicos, enzimas, aminoácidos, vitaminas A, B, y E, proteínas y fibras, y hasta la aparición de componentes importantes para nuestro metabolismo que no se encontraban en la semilla antes de su germinación, como es el caso del acido ascórbico o vitamina C, una vitamina con mucha importancia para nuestro cuerpo. 

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También algunos minerales muy importantes para la salud se ven beneficiados por la germinación, como es el caso del calcio, potasio, sodio, hierro y fósforo.

Pero, además de intensificar los nutrientes favorables, el proceso de germinación reduce aquellos componentes que generalmente se quieren evitar por no resultan tan saludables, como las grasas y los carbohidratos.

Después de esto, probablemente sientas ganas de volver a realizar tus experimentos de germinación. Si bien el procedimiento es básicamente el mismo, tienes que tener en cuenta de que para lograr brotes saludables y seguros para consumir debes asegurarte de utilizar semillas y granos destinados para el consumo humano, preferiblemente orgánicas, y no para la plantación.

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