La naturaleza siempre nos puede ayudar a sentirnos mejor. Por eso los aceites esenciales son considerados durante años como elementos esenciales de los botiquines médicos caseros, siendo aceites vegetales concentrados utilizados para tratar diferentes enfermedades, mejorar sus síntomas y para subir las defensas naturalmente.
Convirtiéndose en un aliado extra que favorecen nuestra salud y bienestar, pudiendo combatir, dolores de cabeza, problemas digestivos y el estrés, entre otras cosas.
Las propiedades terapéuticas de estos aceites vegetales se encuentran en sus principios activos, los que se pueden inhalar, realizar un masaje o tomar un baño.
Aunque algunos se pueden beber, pero esto siempre dependerá de la pureza del aceite de cuáles son los indicados para uso comestible, porque no todos son adecuados para esto, por eso es importante conocer su clasificación y usos.
Subir las defensas naturalmente con aceites vegetales
El aceite esencial de limón ayuda a subir las defensas naturalmente ya que trabaja principalmente con el sistema inmunológico, digestivo y además respiratorio, favoreciendo la buena salud, previniendo diferentes enfermedades relacionadas. Pero esto no es todo, el aceite esencial de limón también es bueno para mejorar el ánimo y la capacidad cognoscitiva, promoviendo así nuestra concentración.
Aceite del árbol del te
Por otro lado, un aceite que ha alcanzado gran popularidad el último tiempo, es el aceite esencial de árbol de té el que además se caracteriza por tener una gran versatilidad, lo que permite que se pueda usar para tratar dolor de oídos, picaduras de insectos, psoriasis, infecciones bacterianas y herpes labial. Pero además de mejorar la salud, también tiene otro uso, por ejemplo se puede usar como un desodorante natural ya que gracias a sus propiedades antimicrobianas, mata las bacterias que causan el mal olor, para esto se debe aplicar directamente sobre la zona.
El Aceite de romero para el cansancio
El aceite de romero es de tipo tonificante, siendo muy útil para combatir el cansancio y estrés, ya que posee grandes propiedades estimulantes del cerebro y además ayuda eficazmente a mejorar la memoria; quienes tienen bajo ánimo producto de una depresión, también pueden recurrir al aceite de romero, ya que ayuda a eliminar los sentimientos de aburrimiento y refresca la mente. Donde una forma de usarlo es a través de un baño relajante de media hora, para esto se diluyen algunas gotas de este aceite en la bañera y se disfrutan de sus propiedades.
Aceite de Melissa para la digestión
Quienes tienen problemas digestivos, pueden recurrir al aceite de Melissa el que también ayuda a subir las defensas naturalmente, actúa como un sedante, calmando los nervios, favoreciendo el sueño y mejorando la salud en genera; ya que el cuerpo entra en un estado de relajo.
Para estos casos lo recomendable es masajear la zona del abdomen con el aceite de Melissa. Pero en caso de tener migrañas, lo ideal es masajear las orejas, frentes y sienes con aceite de lavanda, menta, limón o albahaca.
En caso de estar resfriados, una forma de combatir los problemas respiratorios, es masajear el tórax con aceite esencial de eucalipto; mientras que una forma de aliviar la congestión es inhalando directamente el aroma del frasco, esto ayudará inmediatamente a despejar las vías respiratorias.
Lista de aceites esenciales para las defensas
Aceite Esencial de Árbol de Té:
El aceite esencial de árbol de té es conocido por sus propiedades antimicrobianas y antivirales. Puede ayudar a combatir infecciones y fortalecer el sistema inmunológico.
Aceite Esencial de Lavanda:
La lavanda es conocida por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Al reducir el estrés y la inflamación, puede ayudar a que el sistema inmunológico funcione de manera más efectiva.
Aceite Esencial de Eucalipto:
El eucalipto es excelente para descongestionar las vías respiratorias. Ayuda a aliviar síntomas de resfriados y gripes, lo que permite al sistema inmunológico concentrarse en la lucha contra la infección.
Aceite Esencial de Limón:
El limón es rico en vitamina C, que es esencial para el sistema inmunológico. El aceite esencial de limón puede ayudar a estimular la producción de glóbulos blancos y fortalecer la inmunidad.
Aceite Esencial de Orégano:
El aceite esencial de orégano es conocido por su potente acción antimicrobiana. Puede ayudar a combatir infecciones bacterianas y fortalecer la respuesta inmunológica.
Aceite Esencial de Jengibre:
El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a aliviar la congestión. También es útil para fortalecer el sistema inmunológico.
Aceite Esencial de Incienso:
El incienso es conocido por su capacidad para reducir la inflamación y estimular el sistema inmunológico. Puede ayudar a mejorar la función de los glóbulos blancos.
Aceite Esencial de Romero:
El romero es rico en antioxidantes y tiene propiedades antimicrobianas. Puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra infecciones.
Aceite Esencial de Menta:
La menta es útil para aliviar síntomas de congestión y mejorar la respiración. Esto puede permitir al sistema inmunológico concentrarse en combatir infecciones.
Aceite Esencial de Canela:
La canela tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Puede ayudar a mejorar la inmunidad y reducir la inflamación.
Cómo Usar los Aceites Esenciales:
Los aceites esenciales pueden ser utilizados de diversas maneras, como la aromaterapia, masajes, difusores, baños y compresas.
Asegúrate de diluir los aceites esenciales en un aceite portador antes de aplicarlos en la piel, y sigue las indicaciones específicas de cada aceite.
Consulta a un aromaterapeuta o profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de aceites esenciales, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes o estás embarazada.
Consejos y trucos para subir las defensas
Los cambios de estación, el mal tiempo y frío son factores que hacen que el organismo se debilite, las defensas bajan y las enfermedades están a la vuelta de la esquina. Por eso es bueno conocer algunos trucos que nos ayuden a subir las defensas naturalmente como apostar por una alimentación sana, basada en frutas y vegetales ya que son ricos en vitaminas y minerales.
Otro consejo es dormir bien, nuestro cuerpo necesita recuperarse cuando está enfermo o después de un día agotador, dormir entre 7 a 8 horas diarias, ayudará a que tengamos defensas más fuertes. Lo mismo ocurre si mantenemos los niveles de estrés controlados, ya que la depresión, pánico, ansiedad, angustia y estrés, tienen efectos negativos en nuestra mente y salud, bajando la energía y las defensas, siendo enemigos directos del sistema inmune.
También es necesario mantener el sistema inmune hidratado, lo que es aún más importante cuando estamos enfermos, al beber abundante líquido, los fluidos transportan nutrientes al lugar de la enfermedad, llevándose las toxinas para desecharlas. Es importante prestar atención a la primera orina de la mañana, si el color es amarillo oscuro es una señal de que el organismo necesita más agua.