Los aceites esenciales concentran los ingredientes activos de las plantas. Son muy potentes y deben ser utilizados con mucho cuidado, nunca deben ser aplicados directamente sobre la piel. Por eso es importante saber cómo usar los aceites esenciales para obtener todos los beneficios que nos brindan para mejorar la salud.
Los tratamientos en los que más se utilizan aceites esenciales son los de aromaterapia. Existen infinidad de aceites esenciales, y con sólo oler sus fragancias se obtiene un efecto terapéutico. Para usar los aceites esenciales como en aromaterapia podemos echar algunas gotas en un pañuelo y olerlo. O también podemos echar unas 6 a 12 gotas de aceite esencial en una olla de agua hirviendo y hacer inhalaciones de vapor, cubriéndonos la cabeza y la olla con una toalla.
Existe una amplia variedad de productos en el mercado para esparcir el aroma de los aceites en una habitación o en cualquier lugar. Los difusores o atomizadores son una excelente opción de la aromaterapia para casos de afecciones respiratorias y para obtener un efecto calmante y relajante.
También se utilizan para preparar aceites para masajes. Se añade unas gotas de aceites esenciales al aceite de almendra, ajonjolí, oliva o de soja, que son algunos de los aceites que se usan normalmente para masajes.
Otra forma de usar los aceites esenciales, especialmente recomendable para relajarse, es echando varias gotas en el agua de la bañera para luego sumergirse en ella durante unos 15 minutos. Es una excelente manera de usar los aceites esenciales y según que tipo de aceite se utilice, puede ser efectivo para muchas enfermedades y problemas de salud.
Se pueden hacer compresas, para aliviar dolores de cabeza, molestias musculares y malestares en general. Para eso se añaden de 5 a 10 gotas de aceite esencial en medio vaso de agua, se empapa una toalla o paño en esta agua y es aplica sobre la zona afectada. Pueden ser frías o calientes y eligiendo los aceites según de que trastorno se trate.