Muchas personas roncan, y durante mucho tiempo se ha considerado una molestia, y poco más. Pero roncar es algo que no deberíamos ignorar. Muchos expertos afirman que el ronquido es una señal de que algo no está funcionando bien en nuestro organismo.
Pero ¿Por qué roncamos? Los ronquidos acaban produciéndose cuando nuestras vías respiratorias se hacen más estrechas, y esto provoca que al respirar, el tejido de la garganta vibre cuando el aire pasa por ahí. Roncar no es normal, afirman algunos especialistas. Sabemos que tiene diversos orígenes ya que no todas las personas son afectadas por las mismas causas, por ejemplo el sobrepeso, el consumo de alcohol, el tabaco, la ingesta de medicamentos… A veces se puede solucionar con un simple cambio en la postura al dormir; o por la edad…
También podemos roncar debido a problemas en las vías respiratorias, entre estos problemas tenemos: Garganta estrecha, adenoides y amígdalas agrandadas, inflamadas e hinchadas,puedes tener el paladar más grueso, válvulas nasales pequeñas, tabique deformado o torcido…
Enfermedades como la sinusitis. Alergias, resfriados, obesidad, sobrepeso, tabaco, drogas, mala postura, durante los últimos meses de embarazo etc.
Por ejemplo, si cuando roncas tienes la boca cerrada puede tratarse de un problema en la lengua, en cambio si tienes la boca abierta podría deberse a un problema de garganta.
Si este hábito se vuelve repetitivo, y muy a menudo, debemos buscar soluciones. En el siguiente post te dejamos algunos consejos para controlar los ronquidos. ¡Sigue leyendo!
1. Dormir de lado
Prueba dormir de lado, porque es mucho más probable que ronques si duermes boca arriba. Esto es debido a que la presión sobre el cuello es mucho mayor. Por ello, si giras el cuerpo, los ronquidos se suavizarán. Este truco podría serte de gran eficacia.
2. Evita el alcohol por la noche
Si eres de los que roncan de forma ocasional, las bebidas alcohólicas antes de irte a dormir pueden empeorar gravemente la situación. El alcohol relaja los músculos que mantienen las vías respiratorias abiertas. Así que el alcohol antes de irte a dormir, además de provocar un sueño menos reparador, puede provocar que ronques más. Simplemente evítalo por la noche.
3. Almohadas especiales
Es cierto que dependiendo de la posición del cuello, las vías respiratorias se pueden ensanchar, o al mismo tiempo, estrecharse. Lo lógico es que cambies de postura a lo largo de la noche. Puedes intentar comprar una nueva almohada, pero no hay antecedentes de que el cambio de posición pueda ayudar a alejar los ronquidos.
4. Duerme con un humidificador
Si lo que causa tus ronquidos es una alergia o una congestión nasal… El aire seco empeora tus síntomas. Los humidificadores pueden serte de gran ayuda, prueba con ellos y notarás la diferencia.
5. ¿Perder peso?
Una persona que exceda en peso suele tener más tejido en el cuello, y esto oprime las vías respiratorias, produciendo vibraciones que generan ronquidos. Perder el sobrepeso nos conllevará además muchos más beneficios adicionales para nuestra salud.
6. Dispositivos orales
Es algo planteable si estás cansado de las demás opciones. Te podrá ser útil algún tipo de aparato bucal que mueva la mandíbula. Este tipo de dispositivos pueden ser altamente beneficiosos para la gente que ronca.
7. Una buena higiene nasal
Los climas fríos, o además el contacto permanente con el aire acondicionado pueden provocar la aparición de costras y secreciones en las membranas nasales, y pueden taponar las vías respiratorias. Antes de dormir hay que realizar lavados en las fosas nasales con solución salina.
8. ¿Cirugía correctiva?
Debido a malformaciones en el tabique, maxilares, lengua o paladar, disminuyen las capacidades respiratorias. Debido a ello, las intervenciones quirúrgicas que corrigen estas estructuras restablecen la ventilación en la garganta.
9. Evita consumir alimentos pesados y lácteos antes de acostarnos
Estos acaban por generar reflujo estomacal, irritando así las paredes de la nariz y la faringe.
10. Gárgaras con menta
Hacer gárgaras con menta antes de irte a dormir es muy efectivo si los ronquidos se deben a alguna alergia o al resfriado. Es necesario agregar una gota de aceite de menta a un vaso de agua fría para hacer gárgaras. No tragues el agua. También puedes hacer gárgaras con té de menta, comprando el té en bolsitas ya preparadas o se puede agregar hojas de menta a una taza de agua caliente.