Todos sabemos que los elementos fundamentales a la hora de cuidar de nuestra salud son: la alimentación, los hábitos, la actividad física y el descanso. Para poder mantenernos saludables no podemos descuidar ninguno de los anteriores, ya que todos nos traen consecuencias. Hoy queremos hablar especialmente sobre el descanso y uno de los principales problemas de dormir mal, presta mucha atención!
Si no lo sabías, el dormir mal está íntimamente relacionado con los llamados síntomas del síndrome metabólico, qué es exactamente esto? Se trata de una serie de síntomas que están relacionados con la salud metabólica, por nombrar algunos se destaca la obesidad abdominal, niveles anormales de grasas en sangre (altos niveles de colesterol y triglicéridos y bajos niveles de HDL) altos niveles de glucemia y tensión arterial alta.
Dormir poco y mal y a edades tempranas determinará la salud durante el resto de la vida, según los expertos, que consideran necesario que los ciudadanos se conciencien de que el sueño es algo fundamental para vivir más y mejor.
Dormir mal también puede explicar otros comportamientos característicos asociados a otras enfermedades mentales como los episodios maniacos que sufren las personas con trastorno bipolar o las que presentan problemas de déficit de atención.
La explicación física es que el sueño interrumpido dispara los niveles de estrés hormonal y que esto causa ansiedad durante el día, pero lo que los científicos se preguntan es por qué también reduce la capacidad del cerebro para procesar emociones y para reaccionar de manera adecuada a los diversos estímulos emocionales.
Dormir poco puede incrementar los niveles de inflamación crónica. Esto desemboca en el endurecimiento de las arterias, altos niveles de presión arterial, derrames cerebrales y enfermedades en el corazón.
Las pocas horas de sueño también influyen sobre los niveles de azúcar en la sangre. Si duermes poco, requerirás de insulina para equilibrarlos.
Además de esto, también puede producirnos debilidad ante los radicales libres haciendo que estos nos afecten en mayor medida y anormalidades en coágulos sanguíneos. Todos los problemas que mencionamos son muy graves y algunos como por ejemplo la obesidad y la resistencia a la insulinaderiban en otros peores. Es por esta razón que es fundamental cuidar de nuestro descanso, asegurándonos un colchón y almohadas adecuados así como no ingerir comidas muy copiosas antes de acostarnos a dormir.
Propicios a dormir mal
Entre los enemigos más peligrosos del sueño figuran el estrés, la obesidad y el sedentarismo. Por eso los especialistas no dudan en recomendar un cambio de hábitos rotundo para iniciar el tratamiento. Bajar los niveles de tensión que se viven durante el día, apostar a una dieta balanceada y realizar actividad física es lo primero que hay que tener en cuenta para atacar los trastornos del sueño. No pegar un ojo en toda la noche también afecta el apetito y la actividad sexual.
Lo Que hay que Hacer
Los especialistas resumen lo que se debe y lo que no se debe hacer antes de apoyar la cabeza en la almohada, en una expresión: la higiene del sueño. No importa la cantidad de horas, dicen. Sí la calidad del sueño. «Para un adulto lo habitual son 7 horas, pero hay quien está bien con menos y quien necesita más. Lo importante es que a la mañana se sienta despejado y activo», propone la doctora Mirta Averbuch, directora del Departamento del Sueño y la Vigilia del TCBA (Tomografía Computada de Buenos Aires).
Una buena higiene del sueño incluye ordenar los horarios, evitar las comidas pesadas y el exceso de café y alcohol y, por último, generar un reposo productivo. «El relax es un aspecto muy personal, pero el ocio, la lectura, la charla con amigos o una película colaboran para lograrlo», señala el doctor Zanniello y recomienda «no pasar de una alta producción durante el día a quedarse dormido inmediatamente».