Sabemos que dormir bien es tan importante como otros factores del estilo de vida al momento de cuidar la salud, por eso, no podemos descuidar la calidad del sueño. La alimentación tiene una relación muy estrecha con la calidad del descanso nocturno, tal es así que algunas comidas pueden entorpecer el mismo mientras que otras pueden colaborar.
Así, te recomendamos un plato de pasta como cena para dormir mejor, pues la pasta es rica en hidratos de carbono y éstos alimentos favorecen la sedación, calman la angustia y la ansiedad. Además, los hidratos de carbono favorecen la entrada al cerebro del triptófano, un aminoácido precursor de serotonina, un neurotransmisor que nos permite conciliar el sueño normalmente cuando se encuentra en niveles adecuados.
No sólo elevan la producción de serotonina permitiendo sentir la sensación de placer y más relajación, sino que los hidratos, si los acompañamos con fuentes de triptófano, facilitan su llegada al cerebro.
Fuentes de triptófano son el plátano, el atún, el pollo, quesos, huevo, y frutas secas.
Por supuesto, la pasta que favorecerá el sueño nocturno si la consumimos por la noche no debe ser acompañada de gran cantidad de grasas y proteínas, sino que debe ser lo más simple posible para que se digiera fácilmente y favorezca el sueño reparador que tanto necesitamos.
Los alimentos que favorecen el sueño son
Los carbohidratos (pasta, arroz, pan, patatas cocidas) que estimulan la síntesis de la serotonina un neurotransmisor cerebral que ayuda a la relajación; leche, plátanos, pescado magro facilitan triptófano bueno para la formación de melatonina y serotonina; la lechuga contiene lactucario sustancia sedante para el sistema nervioso central y lo mismo se puede decir de la cebolla, achicoria, ajo y huevos cocidos; almendras, cacahuetes, berenjenas, kiwi, piña, que relajan el sistema nervioso; avellanas, almejas, harina integral que contienen magnesio; y el querido y viejo vaso de leche, en los mayores desnatada, que hace bajar la acidez gástrica y pone en circulación el triptófano.
Las proteínas (carnes, pescados, huevos) y las grasas (quesos embutidos, salsas y frituras) generan mucho clorhídrico y reducen la síntesis de serotonina en el cerebro aumentando la adrenalina, que favorece la alerta, y de ésta forma la digestión es lenta y se hace difícil dormir. El café, té, chocolate generan sensación de euforia, desgaste nervioso y dificultan conciliar el sueño.
Los alimentos que favorecen el sueño son los carbohidratos (pasta, arroz, pan, patatas cocidas) que estimulan la síntesis de la serotonina, un neurotransmisor cerebral que ayuda a la relajación. La leche, los plátanos y el pescado magro facilitan triptófano, bueno para la formación de melatonina y serotonina; la lechuga contiene lactucario, una sustancia sedante para el sistema nervioso central, y lo mismo se puede decir de la cebolla, achicoria, ajo y huevos cocidos. Las almendras, cacahuetes, berenjenas, kiwi y la piña relajan asimismo el sistema nervioso.
Las avellanas, almejas, harina integral contienen magnesio, mientras que el querido y viejo vaso de leche –en los mayores, desnatada– hace bajar la acidez gástrica y pone en circulación el triptófano. Para terminar, a muchos les va bien una infusión relajante de tila, azahar, melisa o pasiflora, sin necesidad de recurrir a los fármacos.