Cuando el cordón umbilical de tu recién nacido queda hacia fuera entre 0,5 y 3 centímetros se le denomina ?ombligo cutáneo?.
Al caerse el cordón umbilical en los recién nacidos, a veces el ombligo queda hacia fuera entre 0,5 y 3 centímetros, quedando lo que se denomina “ombligo cutáneo”. Con el paso de del tiempo lo normal es que se vaya introduciendo hacia dentro de la piel, en la propia cicatriz umbilical.
También conocida como trompa umbilical, es una anomalía congénita en la que el ombligo sobresale considerablemente más allá de lo normal, a veces extendiéndose varios centímetros de la cavidad abdominal.
Sólo algunos niños siguen teniendo el ombligo hacia fuera durante algunos meses. Pero si no hay ningún otro signo, como sangrado, enrojecimiento o supuración (síntomas de que el ombligo se ha infectado, causando una onfalitis), no habremos de preocuparnos.
Si la porción de piel sobresaliente no desaparece y queda como una pequeña tropa de elefante, se denomina “ombligo probóscide”; en este caso puede que sea necesaria una intervención quirúrgica, y habremos de acudir al pediatra para que haga el diagnóstico correcto.
A pesar de su apariencia inusual, en la mayoría de los casos no suele causar problemas graves de salud, y muchos individuos que lo tienen no experimentan complicaciones significativas asociadas directamente con esta condición. Sin embargo, debido a su rareza, los médicos pueden llevar a cabo exámenes adicionales para descartar cualquier condición subyacente o asociada que pueda requerir tratamiento.
La palabra “probóscide” proviene del griego ‘pro’, “anterior “ y ‘baskein’, “para comer”, y en su uso común en zoología designa un apéndice alargado y tubular situado en la cabeza de un animal, precisamente como la trompa de los elefantes o tapires, o la espiritrompa de las mariposas.
De ahí esta denominación, por la similitud del ombligo sobresaliente con esos apéndices.
A nivel estético y psicológico, el ombligo probóscide puede tener un impacto en la vida de las personas que lo tienen, especialmente en términos de autoestima y percepción personal. Sin embargo, muchos individuos que lo presentan llevan vidas completamente normales y saludables.
El tratamiento para esta condición puede variar según cada caso. En situaciones donde no hay complicaciones médicas asociadas, el enfoque suele ser de observación y seguimiento regular para garantizar que no surjan problemas.
En casos más excepcionales donde la protuberancia umbilical puede causar molestias físicas o afectar la salud, los médicos pueden considerar opciones de tratamiento, que van desde procedimientos quirúrgicos para corregir la anomalía hasta terapias menos invasivas, dependiendo de la situación y las necesidades individuales del paciente.