La semana pasada estuvimos hablando un poco sobre los frutos rojos, estuvimos viendo que estos resaltan por la gran cantidad de propiedades que poseen, distinguiéndose cada uno de ellos por una en especial. Ya estuvimos hablando sobre algunos en esta nota queremos centrarnos en tres de los principales: las frambuesas, fresas y moras, te contamos lo que cada uno de ellos tiene para aportarnos.
Comenzamos hablando sobre las frambuesas, estas se destacan por ser muy ricas en vitamina C, la cual es una reconocida vitamina con beneficios antioxidantes, estos últimos nos permiten prevenir el cáncer, a la vez que neutraliza los diferentes efectos negativos de los radicales libres. En segundo lugar tenemos a las fresas, las mismas sobresalen por sus beneficios desintoxicantes, es una fruta que es bien toleradas por los diabéticos, de forma que pueden incorporarlas a la dieta. Queremos mencionar además que la misma ayuda contra la anemia, y tiene beneficios refrescantes las convierten en un alimento ideal en épocas de mayor calor (sobretodo en primavera y verano).
Cardiosaludables. Son excelentes para cuidar el corazón y muy recomendables en caso de hipertensión arterial.
Depurativos. Ayudan a eliminar el exceso de ácido úrico y son muy diuréticos, con lo que ayudan a nuestro organismo a eliminar las impurezas.
Antioxidantes. Contienen provitamina A y vitamina C que nos ayudan a contrarrestar los efectos de los radicales libres, con lo que te ayudarán a luchar contra los efectos del envejecimiento. Esos antioxidantes, también ayudan a regular los niveles de colesterol en la sangre.
Protectores frente al Cáncer. Todos los alimentos que son antioxidantes, ayudan a prevenir el cáncer, y los frutos rojos, gracias a la gran cantidad de flavonoides que contienen, son uno de los alimentos con más capacidad antioxidante que existen. Entre estos flavonoides cabe destacar la quercetina, los antocianos y la hesperdidina.
Conservación óptima de los frutos rojos
Lo ideal es adquirir este grupo de frutas cuando están en un grado de madurez iniciado o, si el consumo ha de ser inmediato, incluso avanzado. Debes guardarlas en el frigorífico, o mantenerlas al menos alejadas del calor y la luz, ya que son sus dos principales enemigos.
En general, no resulta conveniente despojarlas de su tallo hasta que las vayas a trocear para su consumo. También es recomendable no partirlas con mucha antelación.
El lavado previo a su consumo ha de realizarse de manera minuciosa, pero siempre con agua fría y con el fruto entero, para evitar que ciertos componentes se pierdan en el agua. Además, no es buena idea dejarlas en remojo, porque las pérdidas nutritivas son mucho mayores.
Por último, en el caso de las moras, estas son conocidas por sus propiedades a la hora de bajar los niveles altos de grasas en sangre, ya que ayuda a reducir el colesterol LDL por un lado, y a aumentar el colesterol HDL por otro. Es por esta razón que son muy buenas para prevenir problemas cardiovasculares, las mismas además reducen el riesgo de arteriosclerosis.