Los músculos constituyen uno de los tejidos más expuestos de las personas, susceptibles a sufrir calambres, desgarros, entumecimientos, contracciones y hasta una dolorosa sensación de tirantez.
Sin embargo, el principal problema que afecta a estos tejidos es la tensión muscular, la cual, si bien no es grave, resulta sumamente molesta y un verdadero impedimento para nuestro desenvolvimiento normal.
Cuándo y dónde se produce la tensión muscular
La tensión puede producirse en muchos músculos del cuerpo, pero es muy habitual que afecte las piernas, la espalda, los brazos y hombros y el cuello principalmente, siendo este donde recae gran parte del esfuerzo producido por la persona.
La tensión muscular puede deberse a las más variadas causas, desde una fuerza mal hecha, una postura incómoda para trabajar, dormir mal o incluso por el estrés, siendo esta una de las principales causas de la tensión muscular, además de las que pueden producirse en la práctica deportiva.
Cuando un músculo se tensiona, se puede sentir desde una especie de enrollamiento que impide el movimiento de esa parte del cuerpo, hasta unos dolorosos tirones.
Cómo tratar la tensión muscular con frío y calor
Normalmente la tensión muscular se trata con masajes o ejercicios quiroprácticos, o inclusive con la aplicación de una bolsa de hielo, pero en este caso quiero comentarles sobre un tratamiento recomendado por la Clínica Mayo para tratar la tensión muscular, en el que sustituyes el hielo por una compresa de guisantes congelados, alternándolos con compresas calientes.
Este método casero debe aplicarse en dos etapas. La primera, con la aplicación de los guisantes congelados, debe realizarse dentro de las 48 horas de producida o detectada la tensión muscular, realizándose suaves masajes por algunos minutos, y repitiendo el procedimiento 3 veces al día como mínimo.
Con respecto al efecto de los guisantes, este se debe a sus contenidos en antioxidantes y vitaminas que permiten reducir la inflamación y el dolor.
Luego de las 48 horas, comienza a utilizar la terapia del calor, mediante la aplicación de una compresa caliente, bolsa de agua caliente u otro elemento que permita transmitir el calor sobre la zona afectada a la vez que se masajea suavemente. Este procedimiento, además de relajar los músculos y reducir el dolor, tiene un efecto vasodilatador que optimizará la recuperación del músculo.
Además, en caso de tensión muscular siempre resulta de ayuda realizar breves masajes sobre la zona afectada para facilitar la reducción de la contracción muscular y evitar cualquier posible nudo, así como practicar algún estiramiento, siempre que se haga cuidadosamente y no acentúe en demasía el dolor.
De todas formas, si tu tensión muscular no disminuye con estos tratamientos naturales luego de algunos días, sería conveniente que consultaras a un profesional para que pueda controlar tu problema.
Buen dia, me podria proporcionar mayor información respectoa como tratar un desgarre de primer grado en la pantorrilla.
Lo anterior, debido a que tengo un problema de esa indole en esa parte de mi cuerpo y no me han sabido tratar.