Una de las recomendaciones que dan los médicos para los niños es tomar vitaminas. Y la verdad es que son realmente buenas ya que, además de ayudar a nuestra salud, nos mejoran día a día y, por supuesto, nos aportan características muy beneficiosas.
Sin embargo, tomar vitaminas no es bueno sólo durante la niñez, sino que el hecho de ser adulto no es ningún impedimento. Veamos con más detalle lo que son las vitaminas. Diciéndolo en pocas palabras, se trata de compuestos que ayudan a la salud, dependiendo del tipo que tomemos. De esta forma, si tomamos una, nos ayudará a lo que esté dedicada. No obstante, debéis tener en cuenta que siempre hay mejora sobre el organismo.
Síntomas de sobredosis de las vitaminas
Vitamina B6 o piridoxina: La sobredosis de esta vitamina provoca dolor, torpeza, parálisis y entumecimiento.
Vitamina A: Sus pies y las palmas de las manos se volverán de un amarillo o anaranjado pálido. La sobredosis también puede causar visión borrosa, pérdida de cabello, dolores de cabeza y daño hepático.
La vitamina D: Una sobredosis de la vitamina del sol puede conducir a la acumulación de calcio, lo que interfiere con la función muscular.
Vitamina C: La sobredosis provoca malestar estomacal o diarrea, náuseas y cólico renal.
Vitamina B1 o tiamina: Si tiene una sobredosis de esta vitamina, aumenta el riesgo de desarrollar hipotensión (presión arterial baja), dolores de cabeza, debilidad del cuerpo, arritmias cardíacas y convulsiones.
Vitamina B2: La sobredosis produce un tinte amarillo-naranja en la orina.
Vitamina B3 o niacina: Causa dolores de cabeza, diarrea, vómito, enrojecimiento y prurito. Si la toxicidad es crónica, puede causar ictericia y funciones anormales del hígado.
Existen distintos tipos, aunque lo recomendable es tomar aquellos que de verdad nos vayan a ayudar. Generalmente, todas son buenas, pero nuestro consejo es que toméis aquellas con las que vayáis a obtener más beneficios. Por supuesto, debemos tener cuidado, ya que si ingesta en grandes cantidades pueden provocarnos algún que otro problema.
También hay variedad de formas en que se pueden tomar las vitaminas. Por ejemplo, vienen incluidas en gran cantidad de alimentos, aunque también se pueden comprar pastillas que estén dedicadas a un determinado tipo. Incluso, el médico nos las recomendará si lo considera necesario.
Las personas mayores, que son las que más necesitan tomar multivitaminas, ya que su intestino absorbe peor los nutrientes, y a menudo padecen un régimen alimentario inadecuado, provocado por la falta de apetito, dificultades para masticar, vivir solos, etc.
En el caso de los niños, la ingesta de multivitaminas en los primeros años de vida podría reducir el riesgo de sufrir alergias durante la edad escolar, según un estudio epidemiológico realizado con 2.423 niños americanos, y mejorar su cociente intelectual (CI).
las mujeres embarazadas. En general los ginecólogos recetan ácido fólico (vitamina B9), que resulta eficaz para reducir la frecuencia de defectos del sistema nervioso. Pero el consumo de multivitaminas prenatales (por lo general todas contienen al menos 400 µg de ácido fólico) podría también prevenir otras malformaciones del feto.
Recomendaciones:
- Consultar con el médico de cabecera o el especialista antes de consumirlos
- Si el médico los recomienda, tomarlos de la forma y en la dosis indicada. El tomar una “megadosis” no va a curarte más rápido y sí puede perjudicarte
- No sustituirlos por y/o combinarlos con otras medicinas
- No auto-recetarse. Lo que beneficia a una persona, quizás sea contraproducente en otra
- Cuidado con las promesas de ciertos productos, especialmente las promesas de curaciones rápidas y radicales o efectos “milagrosos”.
- No tomar vitaminas vencidas. Revisa siempre la fecha de caducidad
En definitiva, si queremos obtener una mejora en vuestra salud, os recomendamos las vitaminas. No obstante, también es aconsejable que consultéis con vuestro médico habitual para que os recomiende las idóneas. Lo mejor es consultar antes que tomar los medicamentos sin receta médica.
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