El estreñimiento, un malestar que nos hace sentir pesados, hinchados y en muchas ocasiones nos puede producir dolor. Esto produce algunos problemas intestinales: las irregularidades de horario afectan a nuestro organismo cambiando nuestros biorritmos naturales.
Este problema se da por una serie de motivos, hoy vamos a hablar sobre estos, de forma que sepamos cómo prevenirlo y de esta forma cuidar mejor de nuestra salud.
Por lo general cuando se nos presenta este malestar le echamos la culpa a la comida, y es cierto que muchas veces esto tiene que ver, aunque, no es la única razón. Uno de los principales motivos por los que aparece el estreñimiento es la fibra, por lo general solemos disminuir la ingesta de este nutriente cuando nos vamos de vacaciones, lo cual hace que nuestro tránsito intestinal sea inadecuado.
El hábito y la rutina son muy importantes a la hora de tener una regularidad. Es importante que adoptemos una hora concreta para ir al baño y la tengamos como rutina. Nuestro cuerpo se acostumbrará y por lo tanto responderá a esa hora. Esta medida es difícil de llevar a cabo en verano, pues nuestros hábitos cambian, pero lo debemos intentar. En el caso de algunas personas más aprensivas es más difícil de conseguir por el cambio de baño y por no encontrarse en su propia casa.
Esto sucede porque al no estar en casa y comer fuera, no comemos tantas frutas y verduras ni alimentos integrales. Otro aspecto que es igual de importante es la ingesta de líquidos, ya que esto cumple un papel fundamental en la eliminación de heces por parte del organismo.
Por otro lado, algunos líquidos hacen que nuestro intestino no funcione de manera adecuada, como los refrescos y las bebidas alcohólicas que se ingieren en verano en terrazas y chiringuitos. Estos eran algunos de los elementos que teníamos para mencionar, aunque no son los únicos. No te pierdas la próxima nota en donde mencionamos algunos más.
Los alimentos probióticos, como el yogur, contienen microorganismos vivos que ejercen un efecto fisiológico beneficioso para la salud. Para ayudar a cuidarla, los expertos recomiendan incorporar en nuestra dieta alimentos probióticos, como los yogures y los lácteos fermentados, y prebióticos, es decir con fibra, para «alimentar» a los microorganismos beneficiosos de nuestro intestino.
La relajación también juega un papel muy importante. Si tenemos los nervios a tope es imposible que nuestros esfínteres anales se relajen y por lo tanto podamos evacuar los residuos corporales. Es importante realizar ejercicios de relajación si estamos muy alterados. Bastará con respirar profundamente y contraer la pared abdominal mientras realizamos las respiraciones.
Consejos para evitar el estreñimiento
Tomar abundante fibra. La mayor fuente de fibra está en la fruta y la verdura y más aún si no le quitamos la piel. Lo más recomendable es tomar cinco piezas de fruta y verdura al día, así como legumbres, ya que nos aportan una gran cantidad de fibra, lo que nos será de gran ayuda para mantener en buen estado nuestra flora intestinal.
Beber agua. Para conseguir el efecto deseado, tenemos que acompañar la ingesta de fibra con agua, por lo que se recomienda tomar entre 1,5 y 2 litros al día. La hidratación es fundamental en verano para evitar problemas de salud.
El ejercicio también ayuda a aumentar la motilidad intestinal. Nadar es la mejor opción ya que estarás fresquito mientras practicas un deporte muy completo, aunque correr es el ejercicio que más ayuda a mejorar el funcionamiento intestinal.
Reducir el consumo de carne y aumentar el del pescado (mejor si es azul). De este modo, reduciremos el nivel de grasas saturadas, lo que beneficiará nuestra salud.
Evitar alimentos astringentes. Si queremos evitar el estreñimiento, debemos decantarnos por tomar alimentos que favorezcan el tránsito intestinal y no lo contrario. Lo ideal es tomar más proporción de alimentos como por ejemplo la ciruela o el kiwi, y evitar el exceso de algunos otros como la zanahoria.
No abusar de los laxantes, es mejor antes intentar agotar todos los remedios naturales, como desayunar un kiwi, beber un vaso de agua en ayunas o tomar un poco de aceite de oliva al levantarte.