Todavía no conozco a esa persona capaz de decir “yo nunca me sentí estresado”, bueno quizás algún niño pero sabemos que (desafortunadamente) no va a ser por mucho tiempo. El estrés nos afecta a todos y en todo.
Algunos canalizan el sentimiento de estrés físicamente y otros psicológicamente, hay muchas personas a las que el estrés las afecta física y psicológicamente. Sin embargo, hay teorías que indican que sentir un “poquito” de estrés puede ser un buen estimulante.
Para esto es importante aprender a “manejar el estrés”, existen técnicas para manejar el estrés en forma pasiva o activa. Eso es lo que vamos a compartir hoy: técnicas para aprender a manejar el estrés.
1. Manténgase informado sobre sus problemas: La ignorancia no es una buena amiga. Lo que uno se imagina puede ser peor que la realidad. Saber exactamente qué es lo que está sucediendo y cómo se puede enfrentar mejor la situación puede ser más difícil y doloroso que hacerse el tonto, pero ayuda a mantener un cable a tierra y permite protegerse de lo que vendrá.
2. Busque apoyo externo: Recurrir a amigos, familiares, colegas y grupos de ayuda para compartir la preocupación, es, según la doctora Cassileth, “altamente recomendable”. Por su parte, el doctor Gordon observa que, “en Bosnia y Kosovo, y también en Nueva York después del 11 de septiembre, aquellos que no hablaban de sus sentimientos tenían muchos más problemas emocionales y físicos que quienes sí compartían lo que estaban viviendo”. Aún sin hablar específicamente del problema, estar con alguien con quien uno se siente cómodo es, sin lugar a dudas, una buena idea.
3. Fije prioridades: Es fácil sentirse abrumado cuando pasan demasiadas cosas al mismo tiempo y uno no sabe por dónde empezar a resolver sus problemas. “Es imprescindible aprender a priorizar los temas en danza para, luego, encarar las cosas de a una por vez. Poco a poco, las cosas empezarán a acomodarse”, asegura Cassileth.
4. Adopte una rutina: “Mantenerse dentro de una estructura es un punto crucial: cualquiera se siente inseguro en el desorden”, dice la doctora Cassileth, y aconseja “programar horarios regulares, sobre todo, para las comidas y el descanso.”
5. Ejercite la conexión entre su cuerpo y su mente: Si uno puede relajar la mente, los músculos se relajan solos; y viceversa. La doctora Cassileth propone aprender técnicas de relajación sencillas, como la respiración conciente y la meditación, dos herramientas que relajan la mente y que se pueden empuñar en cualquier momento y en cualquier lugar, apenas resulten necesarias. El doctor Gordon da las primeras instrucciones: “Cierre los ojos, respire profundo, inhale por la nariz y exhale por la boca… Concéntrese en una imagen bella, si se le cruzan ideas y/o pensamientos, aléjelos… Relájese, ya va camino a sentirse mejor…”
La actividad física y los ejercicios son excelentes técnicas para manejar el estrés. Quienes disfrutan de los deportes extremos se relajan únicamente cuando la adrenalina recorre su cuerpo. Este puede ser un método muy efectivo para los más valientes.
También hay técnicas pasivas como leer, ver la televisión o escuchar música. Este tipo de técnicas para manejar el estrés son buenas para aquellas personalidades menos activas. Lo mejor para este tipo de personas es ocupar su mente con un libro, una película y actividades de ese tipo que mantengan su mente ocupada.
Para otros puede funcionar dedicarse a armar un puzzle. Esta es una técnica pasiva por excelencia que funciona muy bien, sólo debes saber seleccionar el puzzle que decides armar, si es uno muy difícil y no tienes práctica puedes llegar a generarte más estrés.
Aprender un nuevo hobby es otra de las técnicas: tejer, pintar, aprender a hacer artesanías son buenos aliados para manejar el estrés.
Una técnica muy pero muy simple que estoy segura que todos aplicamos inconscientemente es«visitar a un amigo», tan sencillo como eso. Pasar un buen rato entre amigos, compartiendo y conversando sobre lo que te preocupa puede darte nuevas ideas sobre cómo resolver tus problemas y afrontar tu situación.