Muchas situaciones a las que nos enfrentamos nos producen una mezcla de miedo e inseguridad, que llega a producirnos alteraciones físicas, afectando nuestra calidad de vida. Estas sensaciones son síntomas de la ansiedad, y para disminuirlas, primero tenemos que saber respondernos a la pregunta qué es la ansiedad, de la cual hablaremos a continuación en VivirSalud.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una sensación de nerviosismo, aprensión, temor o preocupación, que se prolonga en el tiempo e interfiere con la capacidad de dormir y realizar actividades correctamente. La ansiedad puede ocurrir sin una causa, o puede ocurrir por una situación que la desencadene, pero la reacción de la persona es mayor a la que se esperaría normalmente.
La ansiedad conlleva los síntomas sicológicos como el nerviosismo, la aprensión, la preocupación, junto con síntomas físicos. Por lo general, estos síntomas están relacionados con el corazón, los pulmones, el sistema nervioso y el gastrointestinal. Por ejemplo, puedes tener malestar estomacal, diarrea, dificultad para respirar, sensación de que te vas a desmayar, o como si fueras a tener un ataque cardíaco. Es una reacción como la del miedo, pero más prolongada y sin tener claro qué es lo que te preocupa puntualmente.
¿Qué causa ansiedad?
La ansiedad es a menudo provocada por el estrés en nuestras vidas. Algunos de nosotros somos más vulnerables a la ansiedad que otros, pero todos la hemos sufrido en mayor o menor grado, por ejemplo, al dar un examen para la universidad, al recibir una mala noticia, al romper con la pareja, etc. Lo importante es poder reconocerla y aprender a manejarla para que no interfiera en nuestra vida.
¿Cómo puedo reconocer la ansiedad?
Si te sientes constantemente preocupado por algo (aunque no sepas claramente por qué), y tienes algunos de los siguientes síntomas físicos, seguramente tienes ansiedad:
Sientes los músculos tensos.
Presentas temblores de las manos.
Sientes el estómago revuelto.
Tienes náuseas.
Presentas diarrea.
Sufres de dolor de cabeza.
Tienes dolor de espalda.
Sientes frecuentemente que te palpita fuerte el corazón.
Presentas sudoración intensa.
Sientes un entumecimiento u “hormigueo” en los brazos, manos o piernas.
Sientes como que se te nubla la vista y que te vas a desmayar.
Es fácil confundir los síntomas de la ansiedad con los de un ataque cardíaco y si piensas que estás sufriendo uno, aumentará tu ansiedad y tus síntomas.
¿Es mejor evitar las situaciones que producen ansiedad?
En parte, evitar lo que te produce ansiedad te ayudará a sentirte mejor. Si la situación la puedes evitar y no se volverá a presentar te ayudará, pero si sólo la evitas por un momento, volverás a tener ansiedad en el largo plazo. Lo mejor es aprender a manejarla, porque sino te irás acostumbrando y la sentirás más frecuentemente, por ejemplo, al salir a la calle, al estar con mucha gente, etc., te irás acostumbrando a reaccionar con más ansiedad de la normal.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?
Aprender a manejar el estrés en tu vida, a ver que nada es tan grave y sentirlo así, te ayudará a disminuir tu ansiedad y a controlarla cuando sientas que ya vienen sus síntomas. Organizarte en tus actividades, planificar y ponerte metas a corto plazo te puede ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad, así como cultivar tu paciencia y practicar técnicas de relajación.
También es importante que comas sano, realices ejercicio con regularidad, respetes tus horas de sueño, evites las sustancias dañinas (como el alcohol, tabaco, drogas, comida chatarra), te des tiempo para el ocio y que enfrentes positivamente la vida.
Si te encuentras pensando negativamente en algo, por ejemplo, diciendo “no lo voy a poder hacer”, piensa “es difícil, pero lo puedo lograr”, y de a poco verás que puedes ir controlando tus pensamientos y tus sensaciones. También puedes tomar una infusión de hierbas, como el tilo, que te ayudarán a relajarte.
Seguramente al principio te costará manejar la ansiedad, pero tienes que intentar hacerlo por ti mismo. Si no puedes, tendrás que hablar con un sicólogo que te ayude a manejar el estrés y aprender a controlar la ansiedad.
Con paciencia y ánimo se puede lograr.