A veces, seguir una dieta es lo mismo que transitar por un camino lleno de obstáculos. Hacemos todo el esfuerzo por incluir alimentos saludables en nuestro menú, pero siempre habrá algo que se nos impone en el camino, nos hace caer en la tentación y derriba todo el esfuerzo que habíamos realizado hasta el momento.
Falta de tiempo para preparar un buen desayuno, la costumbre de excedernos en las cenas, salir a comer fuera de casa muy seguido o simplemente la pereza de tener que ponernos a cocinar son algunos de esos obstáculos que nos impiden respetar un menú saludable. La clave para seguir adelante está en ti: te aconsejamos algunas soluciones para que superes los obstáculos en la dieta.
No te gusta cocinar o no tienes tiempo para hacerlo. Cocinar no tiene por qué ser una tarea estresante. Hay un montón de recetas sanas y sencillas para hacer rápidamente en casa. Si el tiempo no te acompaña para visitar la cocina, compra ensaladas preparadas en el supermercado. En el caso que ordenes comida hecha, procura elegir alimentos saludables y controlar el consumo de la comida rápida.
El estrés hace que comas más. Muchas veces expresamos nuestros sentimientos a través de la comida. Si estamos nerviosos(as) nos refugiamos en los alimentos, si estamos disgustados con nosotros(as) mismos(as) o con otra persona, nos consolamos dándonos un atracón. La ansiedad muchas veces nos genera ganas incontrolables de comer. Para disminuir tus niveles de estrés puedes hacer lo siguiente:
- Respira profundo tres veces y suelta suavemente la respiración; esto te relajará y te librará de la ansiedad de comer. Mantén en tu refrigerador sólo alimentos saludables, de manera que si sientes necesidad de comer un refrigerio elijas aquellos que son sanos y bajos en calorías. Distrae tu mente con otras actividades diferentes a la comida, por ejemplo: lee un libro, llama a tu mejor amigo o amiga por teléfono o a algún ser querido.
- Siéntate siempre a comer en la mesa; evita ver televisión cuando estés comiendo, pues tu centro de saciedad no se activará y no te darás cuenta cuando estés lleno(a).
- Busca otras motivaciones aparte de bajar de peso, como mejorar tu salud y estilo de vida. Se ha visto que con sólo disminuir 5 a 10 % del exceso de peso, mejora tu circulación sanguínea, tu presión arterial y tus niveles de grasas en sangre; al mejorar tu estado general es más fácil cumplir con tus metas.
Falta de tiempo.Muchas veces, abandonamos nuestras metas por falta de tiempo, y vamos posponiendo nuestros planes de iniciar la dieta o de hacer ejercicio. A medida que transcurre el tiempo, vamos también aumentando de peso, lo que nos dificulta aún más retornar a nuestros planes iniciales. Te proponemos que busques a otra persona que comparta tus mismos intereses, ya que es más fácil remover la piedra entre dos.
Adopta una actitud positiva.Planea qué hacer en caso de que el mal tiempo te impida realizar tus ejercicios. Si hace mucho frío puedes hacer el ejercicio en casa. Practica técnicas de relajación como el yoga, y hazlo sin salir de casa.
Proponte metas realistas a largo plazo. Si nunca has pesado 110 libras, no pretendas ahora llegar a ese peso, pero puedes bajar de peso sanamente, hasta llegar a un peso saludable. Si nunca has hecho ejercicios, proponte iniciar con una caminata suave y, posteriormente, aumenta la frecuencia y la intensidad, poco a poco.