La salsa de tomate casera es una joya en la cocina. Su sabor auténtico y versatilidad la convierten en un elemento imprescindible en muchas recetas.
Desde acompañar pasta hasta servir de base para platos más elaborados, la salsa de tomate casera puede mejorar significativamente tus comidas.
La salsa de tomate casera. Suelo hacerla cuando tengo muchos tomates, ya sea porque los he visto a buen precio y aprovecho la oferta o porque algún familiar que posee un huerto me ha traído de su cosecha.
Si los dejase tal cual se acabarían poniendo malos porque no comemos tantos tomates de golpe, pero podemos aprovecharlos haciendo una salsa casera que luego podremos guardar durante 6 meses o incluso un año, dependiendo del envasado que le demos.
Ventajas de Hacer tu Propia Salsa de Tomate:
Sabor Inigualable: La salsa de tomate casera tiene un sabor auténtico y fresco que supera a las salsas enlatadas.
Control de Ingredientes: Al hacer tu propia salsa, puedes controlar los ingredientes, lo que te permite elegir productos frescos y de alta calidad.
Personalización: Puedes ajustar la receta para adaptarla a tus preferencias personales. Agregar hierbas, especias u otros ingredientes para darle un toque único.
Reducción de Conservantes: Al eliminar los conservantes y aditivos, tu salsa de tomate será más saludable y natural.
Grado de dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 20 minutos
Ingredientes para la Salsa de Tomate Casera:
- 2 kg de tomates maduros (mejor si son de variedades como Roma o San Marzano).
- 1 cebolla grande, picada finamente.
- 4 dientes de ajo, picados.
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal y pimienta al gusto.
- Azúcar (opcional, para equilibrar la acidez de los tomates).
- Hierbas frescas o secas al gusto (albahaca, orégano, tomillo, etc.).
Instrucciones para la Salsa de Tomate:
Pelar los Tomates:
- Haz una incisión en la base de cada tomate en forma de cruz. Sumerge los tomates en agua hirviendo durante unos segundos, luego en agua fría. La piel se despegará fácilmente. Pela los tomates y córtalos en trozos.
Preparar la Base:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados y saltea hasta que estén dorados y fragantes.
Cocinar los Tomates:
- Agrega los tomates pelados y cortados a la olla. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 20-30 minutos, revolviendo ocasionalmente. Los tomates se descompondrán y la mezcla se espesará.
Añadir las Hierbas y Sazonar:
- Agrega las hierbas frescas o secas al gusto. Puedes utilizar albahaca, orégano, tomillo u otras hierbas que prefieras. Añade sal y pimienta al gusto. Si los tomates son ácidos, puedes agregar una pequeña cantidad de azúcar para equilibrar el sabor.
Mezclar y Cocinar a Fuego Lento:
- Reduce el fuego a bajo y cocina durante aproximadamente 1-2 horas, revolviendo de vez en cuando. La salsa se volverá más espesa y sabrosa a medida que se cocine a fuego lento.
Triturar o Dejar con Trozos:
- Puedes utilizar una licuadora de mano o una licuadora de inmersión para triturar la salsa si prefieres una consistencia más suave. Si te gustan los trozos de tomate, puedes dejar la salsa tal como está.
Envasar en Frascos:
- Lava y esteriliza frascos de vidrio y llénalos con la salsa de tomate caliente. Asegura las tapas herméticamente.
Almacenar:
- Deja que los frascos se enfríen a temperatura ambiente y luego guárdalos en un lugar fresco y oscuro. La salsa de tomate casera se conservará durante varios meses.
Sugerencias Adicionales:
Experimenta con diferentes hierbas y especias para darle a tu salsa de tomate un toque único. El orégano y la albahaca son opciones populares.
Si deseas una salsa más espesa, cocina a fuego lento durante más tiempo.
Utiliza tomates maduros y de buena calidad para obtener los mejores resultados.
Yo la hago de la forma más simple porque así luego no me quedo limitada a la hora de usarla, por ejemplo, si me apetece puedo dorar unos ajos primero o hacer un sofrito con pimientos y luego añadirle la salsa, pero si lo preferís podéis hacerla desde el principio con más ingredientes como ajo, zanahorias, pimientos, etc. Todo dependerá de vuestros gustos.
Lo mejor…
¿Queréis una receta que esté lista en menos de 3 minutos?: Abrid un bote de vuestra salsa de tomate casera, calentadla en la sartén y añadid un huevo por persona. Cubrid hasta que cuajen al gusto. Ya tenéis unos huevos cuajados en tomate, totalmente casero y rapidísimo.
Otra más: Poned a hervir pasta (cantidad al gusto), que normalmente suele tardar 10 minutos en estar al dente. Abrid un bote de vuestra salsa y ponedla a calentar en un cazo, añadid dos latas de atún. Cuando la pasta esté lista mezcladla con la salsa. Así de fácil.
La salsa de tomate casera es una deliciosa forma de elevar tus platos. Además de ser versátil, te brinda la satisfacción de crear algo desde cero y controlar los ingredientes.