La prevención del envejecimiento es muy importante, porque con el paso de los años los signos de loa vejez se hacen presentes; arrugas y líneas de expresión que después no se pueden disimular. Si bien existen muchas cremas y cosméticos en el mercado que prometen atenuar los signos de la edad, también existen algunos hábitos saludables que ayudan a cuidar la piel y a prevenir el envejecimiento.
Prevención del envejecimiento con hábitos saludables
Uno de los primeros hábitos saludables que ayudan en la prevención del envejecimiento, es no exponer mucho la piel al sol, ya que se tiende a envejecer prematuramente, esto si se hace sin protección solar; eso hace que la calve para tener una piel joven, sea protegerla cada vez que se sale a la calle con protector solar. Otro hábito importante de tener para cuidar la piel, es la hidratación, beber abundante agua durante el día debe ser parte de la rutina diaria, ya que el agua ayuda a que las células de la piel se mantengan hidratadas y que a su vez eliminen las toxinas. Lo ideal es beber 8 vasos de agua al día.
La alimentación también es importante en la prevención del envejecimiento, por eso es importante comer salmón por su contenido de Omega-3, además de comer vitaminas A, B, C y E, lo que se puede encontrar en zanahorias, manzanas, jugo de arándanos y fresas. Además no se debe fumar ya que los cigarrillos reducen la producción de elastina y colágeno, componentes que son muy importantes para mantener la elasticidad de la piel.
Dormir lo suficiente y tener horas de un buen sueño reparador es muy beneficioso para la piel, durmiendo entre 7 a 8 horas cada noche; sin olvidar que se recomienda no dormir de costado o boca abajo, porque la fricción de la cara con la almohada puede provocar arrugas en el rostro. Tampoco es bueno realizar gestos repetitivos como fruncir siempre el ceño porque esto genera arrugas a largo plazo.
Otra prevención del envejecimiento que todas las mujeres deberían practicar, es desmaquillarse antes de dormir y luego aplicar una buena crema hidratante, para sí evitar la sequedad de la piel, porque esto facilita la aparición de las arrugas.
Remedios naturales para combatir las arrugas
Si bien los hábitos saludables son ideales para la prevención del envejecimiento, también se deben complementar con tratamientos y remedios naturales que no dañen la piel y no entreguen efectos secundarios, los que ayudan a prevenir y reducir las arrugas considerablemente. Un ejemplo de esto, es el aceite de coco, de semillas de uva, aceite de jojoba, aguacate y aceite de oliva, los que gracias a sus propiedades antioxidantes y nutritivas ayudan a cuidar la piel y prevenir el envejecimiento; para esto se debe masajear algunas gotas de uno de estos aceites sobre las zonas afectadas con arrugas todos los días antes de ir a dormir.
Las mascarillas naturales son otra opción para cuidar la piel y prevenir el envejecimiento, como es el puré de banana, el que se debe aplicar sobre el rostro y dejar actuar durante 15 minutos, retirando luego con agua tibia; aunque otra opción son los huevos batidos, los que reducen las arrugas e hidratan muy bien la piel, máscara que se debe aplicar sobre el rostro, dejar actuar 20 minutos y retira con agua tibia.
Otra mascarilla para combatir las arrugas en base a zanahorias, para la que se deben pelar dos zanahorias y procesarlas junto a un poco de jugo de limón, además de agregar dos cucharadas de yogur; debiendo obtener una pasta cremosa. Luego se aplica sobre el rostro y se deja actuar 30 minutos, para después retirar con abundante agua tibia; las zanahorias son muy buenas para combatir las arrugas y además ayudan a que la piel recupere su firmeza de amanera natural.
Quienes tienen la piel mixta o grasa, pueden usar una mascarilla que se prepara al mezclar dos cucharaditas de yogur, media cucharadita de jugo de limón y media cucharadita de miel. Se añaden 3 cápsulas de vitamina E, se revuelven bien y luego se aplica la mezcla en la cara dejando actuar por 10 minutos, retirando después con agua tibia.
Los tónicos anti arrugas también son muy útiles y se puede preparar uno en casa fácilmente, necesitando dos cucharadas de vodka, una cucharada y media de miel y una cucharada de semillas de hinojo. Se mezclan los ingredientes y se dejan reposar durante tres días para después filtrar. Con la ayuda de un algodón se aplica sobre el rostro y cuello.