Científicos de la Universidad de Michigan (EE.UU.) han encontrado un nuevo y potente inhibidor del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que causa el SIDA. En concreto se trata de la lectina del plátano.
Este descubrimiento puede abrir la puerta a nuevos tratamientos para prevenir la transmisión sexual del virus, ya que en pruebas de laboratorio esta sustancia ha demostrado ser tan potente como otros medicamentos anti-VIH que se usan actualmente (el T-20 o el maraviroc). Los resultados han sido publicados en el último número de la revista Journal of Biological Chemistry.
Las lectinas son proteínas sintetizadas habitualmente por las plantas que se unen a moléculas de azúcar. Algunas son capaces de identificar invasores externos, como un virus o una bacteria, y adherirse al patógeno, evitando que éste pueda interaccionar con las células del hospedador. Michael Swanson y sus colegas de la Universidad de Michigan descubrieron que la lectina de los plátanos se une a la proteína gp120 presente en la envoltura del VIH. Puesto que la proteína gp120 se une al receptor CD4 presente en la membrana de los linfocitos T, esto impide que el virus se adhiera a las células diana.
Plátanos contra el HIV. la lectina del plátano actuaría como inhibidor del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que causa el SIDA.
Este descubrimiento es crucial para desarrollar nuevos tratamientos que prevengan la transmisión sexual del virus. Los científicos descubrieron en pruebas de laboratorio, que la lecitina del plátano es tan efectiva otros medicamentos para el HIV.
Las lecitinas con proteínas unidas a moléculas de azúcar, éstas resultan capaces de identificar virus y bacterias, al hacerlo se adhieren al agente externo e impiden que éste pueda acceder a las células del cuerpo.
La lecitina del plátano es capaz de unirse a la proteína gp120 presente en la envoltura del VIH, la que queda imposibilitada de interactuar con el receptor CD4 de los linfocitos T; como resultado el virus no puede adherirse a las células diana.
Los científicos consideran que este hallazgo puede dar lugar a la creación de una crema microbicida vaginal, que permitiría una prevención más ante la infección del VIH. Si este medicamento resultara eficaz, aunque fuere en un 60% de los casos, se evitarían 2.5 millones de nuevas infecciones de HIV en tres años.
Además hay una ventaja añadida. De todos es conocido que el virus VIH tiene una gran capacidad de mutación y que con el tiempo aparecen cepas resistentes a la acción de los medicamentos. Pero eso es mucho más difícil de hacer con las lectinas, ya que pueden unirse a los azúcares que se encuentran en diferentes lugares de la envoltura del VIH-1 por lo que que tendría que haber múltiples mutaciones para que el virus pueda escapar a su acción, y desarrollar múltiples mutaciones es muy difícil.
El grupo investigador está intentado modificar molecularmente la lectina de plátano y así mejorar su unión al virus y su potencial utilidad clínica. Aún falta un tiempo para que este descubrimiento tenga aplicaciones sanitarias, pues hay que comprobar si funciona en modelos animales, si la lectina no es tóxica o provoca alergias, la mejor forma de aplicarla, etc.Lo que tiene que quedar claro es que el alimento no tiene ningún efecto, sino una proteína purificada a partir de dicho alimento. En principio los investigadores creen que la lectina podría ser utilizada para desarrollar una crema microbicida vaginal que pueda usarse sola o en combinación con otros medicamentos anti-VIH y así prevenir la infección del VIH.
Lo cierto es que hay un gran interés en encontrar nuevas sustancias antivíricas. La tasa de individuos que sufren una infección por VIH está duplicando la tasa de individuos que reciben medicamentos antirretrovirales. Para colmo el desarrollo de una vacuna eficaz parece que no se espera en un futuro próximo. Por ello se insiste tanto en medidas preventivas como los condones o evitar la promiscuidad. En palabras de David Marvovitz, investigador responsable del estudio, «El VIH está todavía muy extendido en los Estados Unidos. y su crecimiento explosivo en los países más pobres sigue siendo un problema grave ya que causa enormes sufrimientos humanos y el costo del tratamiento es muy alto«,