Por empezar, dentro de las propiedades de la uva, podemos contar con que es un buen antioxidante. Esto ayuda a la prevención de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y hasta para combatir el envejecimiento.
Por otra parte, también la uva es muy digestiva. Tiene buenas propiedades relacionadas a este tema para combatir el colesterol alto, siendo además empleada en remedios caseros para el estreñimiento.
A su vez, no siempre es necesario consumir la uva de forma interna, como señalamos. La piel puede verse beneficiada con su capacidad antioxidante y sus vitaminas, como en esta mascarilla y este remedio casero.
Pocas frutas tan pequeñas ofrecen tantos beneficios para la salud como las uvas:
• Su riqueza en antioxidantes, como el resveratrol y otros nutrientes, las convierten en un concentrado de energía y en aliadas naturales contra el proceso de envejecimiento del organismo, las dolencias degenerativas, el cáncer y las alteraciones que debilitan las arterias.
• Son ricas en fibra, que combate el estreñimiento y mejora el tránsito intestinal.
• Su contenido en ácido fólico ayuda a producir glóbulos rojos y anticuerpos.
• Contienen potasio, un mineral clave para la trasmisión de los impulsos nerviosos y la actividad muscular.
• La vitamina B6 que contienen ayuda a mantener la función normal del cerebro.
Solamente debes tomar en cuenta que son desaconsejadas para los diabéticos debido a su riqueza en azúcares, y para las personas con problemas renales porque su contenido en calcio y ácido oxálico agrava los cálculos del riñón.
Como has podido ver, los usos medicinales de las uvas son realmente diversos. Y estos son tan sólo algunos con los que puedes beneficiarte mediante el consumo habitual de este fruto.
Los beneficios de la Uva
La uva es una fruta rica en azúcares, hasta un 16% aproximadamente. Son glucosas y fructuosas, de mejor asimilación que la sacarosa o azúcar blanco. Por ello posee un alto valor calórico, unas 60 calorías por cada cien gramos para el alimento fresco y más de 260 calorías para las uvas pasas, debido a su alta concentración de azúcares.
Por otra parte tiene escasas proteínas, apenas grasas, algo de fibra, calcio, hierro, magnesio, fósforo y bastante potasio. También posee cantidades mínimas de sodio, carotenos y vitaminas C, grupo B y ácido fólico.
Las uvas ayudan también en la debilidad corporal, cuidando el sistema inmunológico y previniendo a su vez la formación de coágulos en la sangre.
Desde el punto de vista dietético es una de las frutas más energéticas y útiles, ya que representa un combustible directo para el cerebro. Este emplea la glucosa en muchas de sus funciones. Pero por el contrario es un alimento contraindicado para los diabéticos debido a este alto contenido de glucosa. Tampoco es la fruta ideal para los obesos por su elevado aporte calórico. En cambio es un alimento muy adecuado para niños y ancianos, dada la rápida asimilación de los azúcares y su fácil aprovechamiento.
Uno de los componentes de las uvas y el vino es el denominado resveratrol. Tiene varias características biológicas importantes. Es antiinflamatorio y tiene efectos sobre el metabolismo de los lípidos.
Protege al corazón al reducir el nivel de colesterol. Y además inhibe la agregación de las plaquetas en la sangre. Con ello la sangre es menos espesa y se evita la formación de los coágulos sanguíneos que desencadenan los infartos cardiacos y cerebrales.
Por otra parte, también la uva es muy digestiva. Tiene buenas propiedades relacionadas a este tema para combatir el colesterol alto, siendo además empleada en remedios caseros para el estreñimiento.
Hipertensión: gracias a su contenido en potasio y por sus antioxidantes, la uva es recomendable. Se aconseja consumir en el desayuno por 10 días seguidos, ya sea la fruta como tal o bien en zumo de uva.
Para la piel y el cabello: El aceite que se extrae de la semilla de la uva es reconocido por sus propiedades para mantener el cabello protegido contra el calor y las agresiones del medio ambiente, además, unas pocas gotitas de este aceite también ayudan a hidratar nuestra piel e incluso puede ser útil para combatir el acné.
Para la artritis, la piel y el estómago: Se recomienda consumir el zumo de uva, endulzado con un poco de miel natural.
Para la salud del hígado: La uva es una de las frutas empleadas para desintoxicar al organismo y depurar al hígado, es por eso que hay dietas de desintoxicación que consiste en ingerir uvas frescas durante un par de días. Este tipo de dieta es recomendable realizarlas bajo la supervisión de un experto.
Contra el estrés: Gracias a sus antioxidantes, las uvas pueden combatir los radicales libres, aprovechándose estos efectos contra el estrés. Son una fruta recomendable para las personas cuyo trabajo les genera mucho estrés.
A su vez, no siempre es necesario consumir la uva de forma interna, como señalamos. La piel puede verse beneficiada con su capacidad antioxidante y sus vitaminas, como en esta mascarilla y este remedio casero.
Pepitas de uva
En las pepitas encontramos un aceite muy rico en ácidos grasos esenciales que tiene propiedades tanto suavizantes como hidratantes, que tienen el objetivo de reforzar la protección de la barrera cutánea.
Piel de uva
La uva es una fruta exquisita pero además sus pepitas tienen la posibilidad de ser una fuente insospechada de beneficios para la piel. En la cutícula de la pepita existe un activo denominado polifenol. Este es un poderoso neutralizador de los radicales libres. Estos son los principales responsables del envejecimiento cutáneo. El poder enzimático de este activo es fundamental, ya que se opone al deterioro de las fibras de colágeno y elastina.
El polifenol es más eficaz que la vitamina E en la lucha contra los radicales libres. Es así porque tiene la propiedad de fijarse allí donde se forman. También es un gran cicatrizante y una gran protección contra las agresiones en la piel, especialmente las provocadas por el sol y la polución.
La cura de la Uva
Este es un excelente método de desintoxicación del organismo. Se suele realizar en otoño. Puede adoptar varias formas. La primera consiste en comer única y exclusivamente uva, tres o cuatro veces al día y durante varios días. Entre tres y cinco es el tiempo más recomendable. Por otra parte también se puede combinar la ingestión de uvas con otras frutas de temporada. Por ejemplo las manzanas, peras, melón y melocotones.
Otra forma es la de alternar un desayuno y una cena a base de uvas y frutas con una ensalada al mediodía. Por último, la cura de la uva se puede ceñir únicamente a comer abundante cantidad de uva antes del desayuno y comida. A la vez se debería cenar sólo yogur o fruta.
LA SANDIA ES RICA PARA LA SALUD MUYYYYYY RICAAAAA 🙂