La limitación auditiva es un obstáculo que aísla socialmente, la persona se ve separada de su entorno y se cansa de prestar atención a veces inútilmente. Esta dificultad y la frustración que a menudo conlleva hace que los afectados vayan relacionándose cada vez menos, por lo que la sordera puede llegar a ser una causa de autoexclusión.
Riesgo de aislamiento
Según diversos estudios, los mayores con dificultades auditivas tienen más riesgo de depresión, peor calidad de vida, menor capacidad funcional. A menudo, el entorno de un mayor con problemas de audición se cansa de hacer esfuerzos para comunicarse con él, y casi sin darse cuenta, éste acaba en el aislamiento y la soledad que, a su vez, son causa de depresión y de pérdida de facultades cognitivas. Ante la aparición de los primeros síntomas de sordera, es necesario acudir a un otorrinolaringólogo, que establezca un diagnóstico, pero la mayoría de las veces el problema se resuelve con ayuda de audífonos.
Volver a oír, volver a vivir
No existe aún ningún tratamiento eficaz para la prevención, retraso o curación de la presbiacusia. De hecho, el tratamiento más eficaz son los audífonos. Hoy se prefieren los de tecnología digital, y retroauriculares, con moldes abiertos, llamados también open–fit. Más fáciles de manejar que los clásicos, son discretos y estéticamente poco visibles, aunque también más caros. La Seguridad Soci
al no financia los audífonos para presbiacusia.
Su precio, ha variado mucho en los últimos años, oscila entre los 700 y 3000 euros por unidad, pero los centros que adaptan estos aparatos ofrecen diferentes sistemas de financiación.
Compromiso con su salud auditiva
Cuando un paciente llega a un centro auditivo, se deben asegurar de que previamente haya visitado a un especialista O.R.L. Una vez comprobada esta premisa, se sabe a ciencia cierta que lo que necesita es un audífono.
Se realizan entonces estudios audiométricos y a la vista de los resultados, se ofrece el o los audífonos que consideran más adecuados a su pérdida auditiva, informando rigurosamente de lo más confortable y efectivo según la edad, situación social o psicología del paciente, cosa muy importante, ya que, de como acepte el audífono dependerá el éxito de la adaptación.
Una vez adaptado el audífono, se indica al paciente que visite periódicamente el gabinete para efectuarle una revisión del mismo (limpieza, cambio de tubos, ajuste de tonos…) de forma totalmente gratuita durante toda la vida de la prótesis.
Audífonos de última generación
Llevar audífono, hoy en día, ya no tiene que ser antiestético, por ello ahora hay audífonos digitales, prácticamente invisibles y absolutamente cómodos.
No dejar para mañana…
Cuando hay problemas auditivos una cosa es segura: no van a mejorar por sí mismos, a no ser que se trate de algo pasajero, como un resfriado fuerte o un tapón de cera. El oído no va a volver a tener la capacidad de audición de antes, por lo que cuanto antes tomemos medidas para remediarlo, tanto mejor.