Cuando se sufre de un trastorno en la piel como es el acné o la rosácea, se suele contar con un enrojecimiento constante en la piel, algo que genera mucha incomodidad, además, se cuenta con otros trastornos en la piel, en donde se incluye una inflamación en varias zonas del rostro, como son las mejillas, barbilla, frente y nariz, esto sin mencionar eventuales brotes en otras zonas del cuerpo como la espalda. Para controlar este problema y evitar que se agraven los síntomas, se puede generar un lavado facial para el acné y la rosácea según sea la condición que esta afecta a nuestra piel.
Realmente no hace falta mencionarlo, se necesita ser muy cuidadoso sobre cómo elegiremos lavar nuestro rostro cuando se tiene acné o rosácea, después de todo, hay múltiples productos en el mercado que cuentan con ingredientes nocivos que pueden irritar aún más nuestra piel.
Para saber cómo generar un lavado facial para el acné o rosácea, se recomienda elegir un limpiador el cual apoye el equilibrio natural de pH de nuestra piel, además, no debe contar con aceites naturales. Debido a que se recomienda limpiar el rostro cada día, es importante que se escojan productos suaves que contengan ingredientes seguros y siempre naturales.
Lavado facial para el acné
Si contamos con una piel muy grasa, se recomienda evitar el uso de productos aceitosos, esto también aplica a aquellos aceites naturales como el aceite de oliva que muchas veces son recomendados para reducir este problema en pieles más sensibles.
Un lavado facial para el acné que se puede generar en casa, es uno que mezcla ingredientes como el aloe vera y miel. Para generar un lavado facial efectivo, se deberá lavar nuestro rostro con un poco de agua tibia. Este lavado se verá complementado con un poco de gel de aloe vera, con el cual lavaremos la piel por cerca de 15 minutos. Se debe esperar que los residuos del aloe que queden en la piel sequen de manera natural, para volver a limpiar el rostro con un poco de agua tibia. Este lavado puede ser complementado con una capa final de miel sobre el rostro, una miel que debe ser 100% natural. La miel aplicada en el rostro, debe quedar de manera uniforme, en donde permanecerá por cerca de 20 minutos, para luego retirar con agua tibia.
Lo que se busca con este lavado facial para el acné, es eliminar todos los residuos que puede generar una piel muy grasa, además, gracias a las propiedades antibacterianas tanto de la miel, como el gel del aloe, se busca eliminar cualquier infección que pueda aumentar el daño en la piel.
Este es un tratamiento de belleza que puede ser aplicado tres veces a la semana, y se recomienda ir disminuyendo su uso según veamos cambios favorables.
Para pieles más sensibles, se puede aplicar dos veces a la semana, haciendo uso solo de la miel o el gel del aloe vera.
Lavado facial para la rosácea
El lavado facial para la rosácea es mucho más complejo que el lavado facial para el acné, después de todo, la rosácea se considera como una condición de la piel crónica, la cual es progresiva. Por lo general, se debe recurrir a limpiadores sin jabón, sin embargo, si se cuenta con una piel muy grasa, se recomienda el uso de un limpiador con no más del 10% de jabón en sus ingredientes. También, es importante que este cuente con un pH neutro, para que no altere el pH natural de nuestra piel.
El uso de un limpiador sin jabón, genera una baja formación de espuma lo que es perfecto cuando se cuenta con una piel muy seca. Estos limpiadores cuentan con fórmulas que dejan una capa fina en nuestra piel que ayuda en la retención de la humedad.
Hay que considerar que los jabones tienden a secar nuestra piel, por lo que se recomienda el evitar el uso de fórmulas con jabón para cuando se tiene una piel seca.
Si contamos con rosácea o nuestra piel es propensa a generar enrojecimiento ya sea por el acné o la rosácea, siempre deberemos asegurarnos de evitar productos que cuenten con ácido salicílico, ácido glicólico y peróxido de benzoilo, debido a que estos ingredientes, lo único que generaran, es que se aumente la irritación en nuestra piel.