Sabemos que tanto las barras de proteínas como la carne son alimentos con altos contenidos en nutrientes que aportan una cantidad significante en proteínas a nuestro. Por ello son una pieza fundamental en la dieta de muchos deportistas y de aquellos que buscan mantenerse fuertes y saludables.
Por otro lado existe el mito de que las barras de proteínas sustituyen la carne en cuanto a su contenido y que funcionan en nuestro cuerpo de la misma manera que esta última. Sin embargo, ¿te has preguntado hasta que punto esto es cierto?
Si es así, te invito a que hoy en VivirSalud analicemos algunos aspectos sobre el consumo de barras de proteínas en lugar de carne.
Comer barras de proteínas en lugar de carne
Las barras de proteínas pueden ser preferibles en algunas casos como, por ejemplo, cuando lo que se busca es mayor comodidad. Obviamente no iremos al gimnasio o a correr por el parque con un trozo de carne en nuestro bolsillo, mientras que sí podemos llevar una barra de proteínas a muchas partes.
Las barras de proteínas no requieren enfriamiento ni cocción, además de que vienen empaquetadas en unidades individuales y de fácil traslado. Por ello, en este aspecto podría ser preferible una barra de proteínas.
Si lo que se busca es un estado de composición corporal determinado como el de un atleta, también podemos considerar la elección de una barra de proteínas pero nunca como sustituto de la carne. Podemos utilizar la carne en algún plato del día pero no reemplazarla siempre con una barra de proteínas.
De todas formas, en ambos casos lo mejor es consultar al médico o al nutricionista de cabecera. Éste sabrá específicamente en qué casos implementar cuál opción. Sin embargo, existen ciertas propiedades que quedan apartadas únicamente a la carne o a las barras de proteínas, caracterizando a cada elemento de forma diferente; veamos de qué se tratan.
Contenido y cantidad de proteínas