En los últimos años hemos descubierto que las dietas vegetarianas cuentan con un montón de beneficios, pero también pueden traer problemas si no se realizan de manera correcta. Dentro de los problemas que se pueden generar, es el contar con un déficit de proteínas que normalmente se obtienen del consumo de carne. Dentro de este tipo de dietas, el remplazar las proteínas de la carne quiere decir, que debemos obtener estas proteínas de otros sectores, después de todo, lo que menos queremos es que nuestro cuerpo se vea descompensado por el no consumo de un alimento.
Remplazar las proteínas de la carne con el consumo de otros alimentos
Incluir en nuestra dieta guisantes: Unos alimentos que caen dentro de la familia de las leguminosas, son consideradas como grandes fuentes de proteínas vegetales. Según datos clínicos, una sola taza de guisantes cuenta con 8 gramos de proteínas. Otra de las ventajas de estos alimentos a la hora de remplazar las proteínas de la carne, es que son versátiles, es decir, estos pueden ser añadidos en casi cualquier plato, desde pastas, hasta ser mezclados con albahaca dentro de una pequeña ensalada.
Incluir en nuestra dieta quínoa: Tal como sucede con los guisantes, una taza de quínoa cuenta con cerca de 8 gramos de proteínas. Este alimento también cuenta con aminoácidos necesarios para generar la reparación celular. Pueden que no sean tan versátiles como sucede con los guisantes, pero pueden ser consumidos con sopas o incluso en nuestros cereales por la mañana, aunque claro, también está la opción más sencilla de prepararla junto a una ensalada.
Incluir en nuestra dieta tempeh y el tofu: En prácticamente todas las dietes en donde se nos enseña como remplazar las proteínas de la carne obtenidas de otros alimentos, vemos a la soja, la cual es una gran fuente de proteína, especialmente cuando se trata del tofu y el tempeh. Según datos clínicos, el consumo de media taza de cualquiera de los dos alimentos antes señalados, nos puede ayudar a obtener entre 15 a 20 gramos de proteínas.
Incluir en nuestra dieta frijoles: En el mercado podemos encontrar un montón de variedades de estos. Podemos encontrar desde frijoles negros, blancos, etc. Independientemente de la variedad que elijamos, todos cuentan con proteínas en altas cantidades. Según datos clínicos, dos tazas de estos, cuentan con cerca de 26 gramos de proteínas, la misma cantidad de proteínas que se pueden encontrar en las hamburguesas de cierto local comercial famoso por tener colores rojos y amarillo en su logo. Aunque claro, los frijoles como un remplazo a una hamburguesa, aparte de estar en esta lista para aprender a remplazar las proteínas de la carne, es mucho más saludable que la comida que encontramos en esa malvada corporación que tiene un payaso de mascota.
Para el consumo de los frijoles, se recomienda el dejar estos en remojo durante toda la noche, antes de que sean cocinados.
Incluir en nuestra dieta verduras de hoja verde: Mientras que las verduras pueden no tener la misma cantidad de proteínas que la carne o las legumbres que antes se señalaron, pueden aportar buenas cantidades de antioxidantes y fibra a nuestro cuerpo. Si tratamos de remplazar las proteínas de la carne solo con verduras, debemos considerar que para lograr una compensación, se deberán incluir una gran cantidad de estos, es decir, alimentos como las espinacas que son de las verduras con más altos niveles de proteína, solo cuentan con 2 gramos de proteínas por taza. La mejor opción, es mezclar a las verduras con otras fuentes de proteínas antes señaladas.
Incluir en nuestra dieta semillas de chía: Muchas dietas vegetarianas cuentan con las semillas de chía como uno de los principales alimentos a incluir, debido a que cuentan con proteínas similares a las que se obtienen de la carne.
Este tipo de semilla pueden ser incluidas en nuestras ensaladas, yogur, batidos, etc.
Debido a la popularidad que han alcanzado las dietas vegetarianas en el último tiempo, debemos conocer que aparte de los beneficios en nuestra vida, se pueden generar problemas, uno de ellos, es que proteínas de origen animal que son necesarias para el cuerpo, deberán ser compensadas con otros alimentos, incluso hay quienes consumen suplementos o píldoras para tratar de remplazar el aporte nutricional de la carne en el cuerpo.