Se trata de uno de los principales problemas que se pueden encontrar en el Verano y, además, uno de los que más se pueden complicar. Se trata de las insolaciones, un hecho con el que debemos tener mucho cuidado, y que puede generar diversos tipos de inconvenientes, según su gravedad.
Los golpes de calor suelen producirse cuando hemos tomado mucho el sol. El calor resulta excesivo, lo que provoca la enfermedad que es conocida como insolación. Detectarla es una tarea relativamente sencilla, ya que los que la sufren suelen tener náuseas, vómitos, cefalea, calor de la piel, sopor y alteración de algunas zonas de las fibras musculares. Por supuesto, todo esto depende de la gravedad, pudiendo detectarse otro tipo de síntomas.
Hay que tener en cuenta que las insolaciones no tienen por qué darse en exclusiva cuando nos ponemos en el sol, sino que también pueden producirse en zonas con sombra, incluso en aquellas que estén techadas. Teniendo en cuenta que se generan cuando la temperatura del cuerpo sube en exceso, también tenemos que saber que pueden dar lugar en muchos lugares, sin estar expuestos directamente al sol.
Síntomas: aquellos propios de la deshidratación, como por ejemplo aumento importante de la sed, nauseas, vómitos y, mareos. Pero también asociarse a síntomas relacionados con la radiación solar como pueden ser quemaduras, eritema o ardor de la piel en aquellas zonas que han estado expuestas, y otras manifestaciones como malestar general e incluso en grados severos de deshidratación profunda, compromiso de conciencia y hasta el coma, cuando se llega a niveles extremos de insolación.
Una de las primeras señales de este trastorno es lo que los médicos llaman agotamiento por calor, que se manifiesta con calambres, vómitos y falta de coordinación. No obstante, en muchas ocasiones, la -insolación aparece sin previo aviso. Los afectados sufren una sensación de confusión mental, acompañada de torpeza motora y dolor de cabeza. Estos síntomas pueden llegar a producir complicaciones nerviosas importantes, como convulsiones, alteraciones de la visión y pérdida de conocimiento.
Es importante saber que, en el caso de que el cerebro se caliente mucho, puede producirse daño cerebral. Es importante que en estos casos vayamos al médico, ya que ellos sabrán como tratar los casos graves, especialmente en el colectivo más vulnerable, como los niños o los ancianos.
Por supuesto, para evitar tener una insolación, lo recomendable es hidratarse de forma adecuada, bebiendo agua, y evitar lugares con altas temperaturas o que no estén correctamente aireados.
Es cierto que tomar el sol puede provocar esta enfermedad, pero estamos seguros de que si tenemos en cuenta ciertas recomendaciones, no tendremos mayores problemas.
Consejos para aliviar los sintomas de la insolación:
Hidrátate: Cuando estás insolada tu cuerpo a padecido de deshidratación producto de la exposición al sol. Para ello, deberás beber grandes cantidades de agua para que tu cuerpo vuelva a recuperar los minerales que ha perdido. Los especialistas recomiendan beber alrededor de 2 a 3 litros al día.
Aloe Vera: Sin duda esta planta es uno de los mejores remedios naturales. La idea es que partas las hojas del aloe vera por la mitad y te la apliques en la zona afectada por la insolación con la parte de la gelatina hacia lo rojo de tu piel. Deja actuar por unos minutos directamente sobre tu piel para que se hidrate con el aloe vera.
Cremas: Para hidratar la piel, escoge aplicarte alguna crema de cuerpo que contenga vitamina E o té verde. Esto será fundamental para nuestra piel pues sus antioxidantes alivian la irritación.
Vía | Wikipedia