Como ya podemos sentir, se está acercando el verano y de a poco debemos empezar a tomar medidas para hacer que esta época de calor, cuando todos solemos salir de vacaciones, sea inolvidable y sin problemas.
Uno de los principales inconvenientes está dado por el sol y las quemaduras que el mismo puede provocar, causando un gran dolor que generalmente no sabemos cómo solucionar, por lo que te traemos algunos consejos caseros.
Aloe vera para las quemaduras del sol Si al regresar de una jornada de playa vemos que nuestra piel está enrojecida e incluso inflamada, y que nos causa un intenso ardor, uno de los de remedios más recomendados es el gel que proviene de las hojas de Aloe vera, el cual vamos a colocar sobre la zona afectada. El aloe vera calmará la piel mediante una hidratación profunda, además de ayudar a que se regenere y vuelva a su estado habitual de manera rápida.
Otro de los métodos para aliviar las quemaduras solares una vez que se nos está despellejando la piel, es mezclar mitad de agua y mitad de vinagre de sidra de manzana, para luego con un algodón dar suaves palmaditas para quitar la dermis dañada.
Leche para las quemaduras Aplica un paño suave o una gasa de algodón empapada en leche entera a la piel quemada por el sol. Deja la tela en el lugar por 15 a 20 minutos, luego retira y lava la piel con agua fría.
Por últimos también podemos mencionar los beneficios del aceite de almendra dulce, un importante factor que contribuye a hidratar la piel de manera intensa, logrando un alivio realmente importante.
tomate para las quemaduras de piel Mezcla una parte de zumo de tomate en seis partes de suero de leche y aplica la loción natural a tu quemadura. Los tomates ayudan a enfriar y aliviar la piel quemada y tienen muchas vitaminas A y C para ayudar a reponer la piel.
Un simple cataplasma de papa o patata puede ser un maravilloso calmante natural para el dolor que causa una quemadura de sol. Esta técnica ha sido comprobada a través del tiempo y se usa en todas partes del mundo. Se pelan dos papas, se cortan, se pican en pedazos y se licúan. Si se ve muy seco el cataplasma, se le puede agregar un poquito de agua.
Hidratar la piel. La insolación no solo reseca y daña la superficie de la piel, también afecta a las células y los vasos sanguíneos, ocasionándoles gran pérdida de humedad. Los baños y compresas frías pueden hacer que te sientas mejor, pero también pueden llegar a afectar la humedad de la piel lesionada resecándola más. Para evitar tales consecuencias, aplica una crema hidratante inmediatamente después del baño. De ser posible, coloca la crema hidratante en el refrigerador antes de usarla.