Uno de los síntomas principales del TDAH es la impulsividad, junto con la falta de atención y la hiperactividad.
La impulsividad se manifiesta como impaciencia, dificultad para aplazar respuestas y para esperar el turno, interrumpiendo con frecuencia a los demás. A menudo los niños dan respuestas precipitadas antes de que se hayan completado las preguntas, dejándose llevar por la respuesta espontánea.Durante los primeros años, la impulsividad hace que el niño parezca «estar controlado por los estímulos» de forma que tiene tendencia a tocarlo todo. En la edad escolar tienen dificultades para esperar su turno, no les gusta esperar en fila, inician las tareas sin esperar las indicaciones, no leen las instrucciones, pueden golpear o tirar cosas cuando se frustran, prefieren jugar con niños más pequeños, etc. y en la mayoría de los casos presentan una baja autoestima.Todas estas manifestaciones suelen presentarse en distintos contextos: en el colegio, en casa o en situaciones sociales, como jugando en el parque por ejemplo. Aunque la impulsividad se suele dar en distintos contextos, como ya hemos apuntado, es en el colegio donde se hace más visible. Con la edad, la hiperactividad aparente suele disminuir, pero persisten la inatención y la impulsividad si no se diagnostica a tiempo y se maneja adecuadamente.Sin embargo aunque la impulsividad persista, podemos ayudarles de muchas formas. Hay que señalar, que la mayoría de niños impulsivos suelen arrepentirse de sus acciones y en general se comprometen a no repetirlas cuando se les razona el motivo del porqué resultan inadecuadas. No obstante, vuelven a recaer en los mismos comportamientos. También puede suceder que estos episodios se refuercen si con ello el niño consigue lo que quiere y, por tanto, puede aprender a manipularnos a través de ellos. El niño debe aprender, aunque aceptemos el hecho de que tiene dificultades para controlarse, que sus actos tienen consecuencias. Podemos encontrar información sobre cómo afrontar estos comportamientos en medios digitales especializados en este déficit de atención como TDAHYTU.
Es muy importante que cuando se produzca un episodio de impulsividad, los padres, maestros o educadores mantengan la calma. Como padres, es necesario mostrarse serenos y tranquilos; pero a la vez contundentes y decididos