Son niños desafiantes, que no prestan atención, menos cooperadores, habladores en exceso, impulsivos… Esto hace que se los catalogue como difíciles y se genere roces con sus compañeros de clase, profesores y sus propios padres. Puede que estemos hablando de un niños con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Una media de un pequeño por clase lo sufre y suele ser en la etapa escolar donde se detecta, aunque sus padres ya han detectado su conducta ?difícil? con anterioridad.
El TDAH nos está ganando la partida
Poco se sabe de él y de sus causas exactas y lo peor: la mitad de los niños no son diagnosticados. Quizás porque sus síntomas coinciden con otros muchos trastornos, como los del aprendizaje, de conducta, de ansiedad y afectivos (como depresión, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo).
Y si hablamos de los diagnosticados, los datos no son más halagüeños: un 30-80% de los niños diagnosticados continúan teniendo síntomas en la adolescencia y más del 65% en la edad adulta. Unos síntomas que persisten como trastornos de conducta o afectivos y que dificultarán su vida futura.
Abuso de drogas
Los niños mal diagnosticados o mal tratados farmacológicamente suelen sufrir el rechazo en el colegio por su conducta. Ocupan lugares especiales en clase, suspensiones o incluso la expulsión del colegio. Los compañeros frecuentemente rechazan al niño con TDAH debido a las agresiones, la impulsividad y el no someterse a las normas o a las reglas en los juegos. Además, el TDAH es un trastorno que termina afectando al núcleo familiar, con familias más estresadas, con menos contacto social, que rechazan la conducta de su hijo y premian menos las positivas (con lo cual el círculo se transforma en vicioso), también es frecuente las separaciones de los padres.
Quizás por todo ello, niños con TDAH «experimentan» con cigarrillos y drogas más frecuentemente que otros en la adolescencia y desarrollan en mayor proporción trastornos por abuso de sustancias.
Todo este panorama nos hace reflexionar sobre la necesidad de ?trabajar? más en el TDAH, en sus causas diagnóstico y, sobre todo, en un tratamiento farmacológico individualizado que haga desaparecer los síntomas a largo plazo para posibilitar el desarrollo social, intelectual y afectivo de ese niño. Todo ello con una información adecuada a su núcleo familiar y escolar, así como apoyo psicosocial que le ayude a desarrollar técnicas que contrarresten sus limitaciones.
De esta forma, ganaremos la partida al TDAH.
Fuente : http://www.elblogsaludable.es/archive/2010/07/26/el-tdah-gana-la-batal