La importancia de consumir flúor
El flúor, sintetizado como fluoruro de calcio, desempeña un papel crucial en la lucha contra las bacterias que se alojan en la superficie de nuestros dientes. La carencia de flúor en el organismo puede aumentar el riesgo de caries, fracturas, osteoporosis y debilidad dental.
La evidencia respalda que la ingesta de flúor desde temprana edad, especialmente de manera continua, brinda una protección significativa tanto a los dientes de leche como a los permanentes, reduciendo el riesgo de caries. Esto es particularmente relevante para los niños que viven en áreas donde el agua carece de flúor.
Sin embargo, es esencial evitar el exceso de flúor, especialmente en menores de 6 años, ya que en casos graves puede provocar una anomalía conocida como Fluorosis dental, manchando los dientes.
Diversos compuestos de flúor, como fluoruro sódico, fluoruro estannoso y monofluorofosfato de sodio, se incorporan a los dentífricos para prevenir las caries.
Ahora, profundicemos en algunos alimentos que son fuentes naturales de flúor. Presta atención para conocer exactamente dónde puedes obtener este mineral beneficioso para la salud dental.
Es importante destacar que el flúor es abundante en la naturaleza y se encuentra en el agua, la vegetación, la atmósfera, así como en diversas bebidas y alimentos. Su función clave en el cuerpo está asociada a los tejidos calcificados, como los dientes y los huesos, gracias a su afinidad con el calcio.
Destacamos además que es capaz de inhibir el inicio o progresión de la caries dental, a la vez que estimula la formación ósea, es por esta razón que muchos productos dentríficos lo contienen. El consumo recomendado es de 4mg/día en el hombre y en mujeres 3mg/día. Además, es importante que nuestro consumo no supere los 10 mg por día para personas adultas, ya que esto puede traernos problemas.
Alimentos que contienen flúor:
Té: Un Tesoro de Flúor Natural
El té, ya sea negro, verde o incluso de hierbas, se posiciona como una fuente significativa de flúor. Las hojas de té absorben naturalmente este mineral del suelo, ofreciendo así una contribución beneficiosa para la salud dental.
Pescados y Mariscos: Del Mar a tu Sonrisa
El vasto océano es un reservorio de flúor, y los pescados de mar y los mariscos son portadores naturales de este mineral. Disfrutar de opciones como salmón, sardinas y camarones proporciona una dosis saludable de flúor.
Agua Potable: Natural o Fluorada
El agua es esencial para la vida, y en algunas regiones, se encuentra de forma natural enriquecida con flúor. Además, en muchos lugares, se añade flúor al agua potable como una medida de salud pública para fortalecer los dientes y prevenir la caries.
Algas Marinas: Un Festín Marino Rico en Flúor
Las algas marinas, utilizadas en diversas cocinas y productos, son conocidas por absorber flúor del océano. Desde sushi hasta suplementos, las algas son una opción para incorporar flúor a tu dieta.
Carnes y Aves: Flúor en el Mundo Animal
Ciertas carnes, como la de pollo, contienen flúor, especialmente si los animales se crían en áreas ricas en este mineral. Integrar carne magra de manera equilibrada en la dieta puede contribuir al aporte de flúor.
Uvas y Derivados: Elixir Natural de Flúor
Las uvas y sus productos derivados, como el vino, pueden contener flúor. Disfrutar de estas delicias también puede ser una forma sabrosa de beneficiar la salud dental.
Raíces y Tubérculos: Flúor desde las Profundidades del Suelo
Tubérculos como las patatas y las zanahorias, al crecer en suelos ricos en flúor, absorben naturalmente este mineral. Estos alimentos versátiles ofrecen no solo sabor, sino también beneficios para la salud dental.
Granos y Cereales: Flúor en la Variedad de la Naturaleza
Ciertos granos y cereales también pueden contener flúor en cantidades variables. La inclusión de estas opciones en la dieta diaria puede aportar flúor de manera natural.
Productos Lácteos:
Los productos lácteos, como la leche y el queso, pueden contener flúor. La razón radica en que los animales también absorben flúor del suelo y el agua, y esto se refleja en los productos lácteos que consumimos.
Frutas Frescas:
Algunas frutas frescas, como las manzanas y las peras, también pueden contener flúor. Incluir una variedad de frutas en tu dieta diaria no solo aporta nutrientes esenciales, sino también flúor de origen natural.
Frutas Secas:
Frutas secas como los higos y las pasas pueden ser otra fuente de flúor. Estos bocados saludables son convenientes para complementar la ingesta diaria de este mineral.
Nueces y Semillas:
Algunas nueces y semillas, como almendras y semillas de sésamo, pueden contener flúor. Además de sus beneficios nutricionales, estas opciones ofrecen una dosis adicional de flúor.
Vegetales de Hojas Verdes:
Vegetales de hojas verdes como la espinaca y la lechuga son fuentes naturales de flúor. Incorporar estos vegetales en ensaladas y platos cocidos puede ser una estrategia saludable para mejorar la ingesta de flúor.
Vegetales Crucíferos:
Vegetales crucíferos como el brócoli y la coliflor contienen flúor y ofrecen beneficios adicionales para la salud. Estos vegetales son versátiles y pueden incorporarse en diversas preparaciones culinarias.
– Aguas fluoradas: contienen aproximadamente entre 0.7 ? 1.2 mg.
– Pescados: salmón, sardinas o bacalao (entre 0.01 a 0.17mg/100 gr.)
– Mariscos.
– Carnes: como el pollo.
– Frutas y hortalizas: como las naranjas o cebollas.
– Lácteos: leche materna y leche fluorada.
– Vegetales verdes: como las espinacas o las lechugas.
– Patatas.
– Postres: gelatinas.
– Infusiones: como el té (de 1 a 6 mg/litro).
– Espinacas, trigo, lechuga, naranjas, tomate, cebollas, coles