Encuesta: Operación bikini

Jesus L. Rodriguez

Llega el calor y casi todos nos enfrascamos en la operación bikini para poder tener el cuerpo 10 puntos y lucirlo despampanante durante los meses de verano.

Por tal motivo, te invitamos a contarnos cómo cuidas tu cuerpo y qué técnicas utilizas para estar espléndido/a. Esta encuesta es anónima con simples y cortas preguntas.

Ahora que el calor aprieta, llegan los remordimientos. Nos percatamos al intentar echar mano de camisetas escotadas o de vestidos ligeros de la lorcilla que asoma por aquí y del michelín que sólo puede disimularse bajo una tupida chaqueta. Pero no hay más remedio que apechugar y enfundarse en la ropa de verano, no vaya a ser que de tanto esconder resulte evidente que no podemos enseñar. Y es que ya estamos a finales de mayo, aunque parezca que fue ayer cuando se nos caía la baba de tanto manjar en la mesa de Navidad. Ya es tarde para lamentarse por no habernos cuidado, pero aún hay solución. Te proponemos algunos tratamientos estéticos con aparatología que ayudan a reducir volumen y la celulitis del culete, aunque sin resultados espectaculares si no se acompan de una alimentación equilibrada. Eso sí, mejoran los problemas de circulación, que tantas molestias provocan con los calores, moldean la figura y contribuyen a lucir con menos apuro el estupendo bikini que espera al fondo del cajón. Pero hay que cortarse el pico desde ya y rascarse un poco el bolsillo, pero la mayoría de clínicas ofrecen promociones que no se pueden desechar. También de los portales de ofertas colectivas surgen interesantes opciones. Aun así, la mejor receta para verse estupendo es la tradicional: dieta equilibrada, dos litros de agua diarios, ejercicio y mucha crema reafirmante.

La elección

Si nos sobra un poquito de todas partes habrá que elegir entre la plataforma vibratoria, la presoterapia y el LPG, o combinar los tratamientos. No hay que adquirir una terapia dirigida a personas delgadas ni hacernos expectativas imposibles, pues la aparatología solo ‘ayuda’ a la dieta. Para la grasa localizada en puntos del cuerpo concretos, como rodillas, cartucheras o abdomen, hay más opciones, como la cavitación, que prometen, en este caso sí, buenos resultados. Aunque de entrada los precios parezcan desorbitados, lo mejor es mirar y comparar, pues las clínicas ofertan tratamientos de lujo a precios tirados. Suelen poner a la venta bonos de 10 ó 15 sesiones por entre 50 y 300 euros que merecen mucho la pena.

Plataforma vibratoria

Diez minutos a lomos de esta máquina equivalen a una hora de ejercicio físico, aunque lo ideal es estar 25 con intervalos de descanso. Las vibraciones se transmiten a través del pie, la pierna, la columna vertebral y el cuello con enormes beneficios para todo el sistema esquelético-muscular. Desde los primeros momentos se empiezan a sentir claramente los efectos: los músculos se contraen, la frecuencia cardiaca sube y aumenta la circulación. Sentirás vibrar todo tu cuerpo, incluso músculos y tendones que no sabías que existían. Lo ideal es realizar tres sesiones semanales. En un mes ya se ven resultados: la disolución de la grasa, de la celulitis, la remodelación de la silueta y la tonificación muscular. El precio ronda los 2,5 euros la sesión de 10 minutos.

Presoterapia

Aunque en la camilla y con las grandes botas que te colocan pareces un astronauta, el tratamiento elimina líquidos y grasas activando el sistema de drenaje linfático. Se dio a conocer con fines terapéuticos para ayudar a mejorar la salud de aquellas personas con problemas de circulación y de retención de líquidos. Y es que, como las manguitas tienen cámara hinchable a la que se introduce aire a presión con dosificación, activan la circulación, reducen la celulitis, la grasa localizada, la pesadez de piernas, las varices y otros problemas circulatorios. Es una técnica especialmente recomendable para las mujeres que acaban de dar a luz. Los resultados se notan desde la primera sesión, aunque los mejores se obtienen con entre 10 y 12 ‘visitas’ de una hora. Hay que darse un máximo de tres masajes por semana. El precio ronda los 25 euros por cada uno, aunque la mayoría de clínicas estéticas realizan descuentos en los bonos.

LPG: la liposucción sin cirujía

El LPG es un masaje intenso sobre la grasa mediante rodillos y aspiración, lo que ayuda a disolver los adipocitos y a mejorar la circulación. Es una técnica indolora, aunque puede molestar al principio en función de la intensidad que aplique la profesional. Las friegas se realizan por todo el cuerpo: en la espalda, el abdomen, la cintura, las caderas, los muslos, las rodillas y las pantorrillas. Para ver buenos resultados, hay que darse entre 15 y 20 sesiones de unos 35 minutos y complementarlas con dieta. Cada una puede rondar los 35 euros, aunque en la mayoría de los centros se incluye media hora adicional de presoterapia y en casi todos, se venden en bonos de oferta.

La cavitación

La cavitación es un método ideal para combatir los acúmulos de grasa difíciles de eliminar propios del abdomen o las cartucheras, y que se basa en una técnica peculiar: ‘ultrasonidos’ de baja frecuencia inducen la formación de burbujas de vapor en un recipiente con el que se masajea la piel. La presión de las burbujas provoca una ‘implosión’ que destruye las células adiposas con la consiguiente transformación de la grasa en diglicérido, que se elimina vía urinaria. La sesión de cavitación dura 30 minutos y se acompaña de una sesión de presoterapia (drenaje linfático) para facilitar la eliminación de la grasa. Se trata de unos de los tratamientos más efectivos y se nota resultado desde la primera sesión, donde la piel comienza a mostrarse más lisa y el contorno corporal se reduce. El resultado óptimo se alcaza aproximadamente con entre 10 y 15 sesiones. Las sesiones se espacian con un periodo de 7 días, para garantizar la total eliminación de la grasa. Cada una puede costar sobre 100 euros.

Lo último: criolipólisis: matar de frío a la grasa

La criolipólisis es otro sistema que presume de ‘matar’ las células grasas, esta vez mediante la congelación. Durante el proceso, un aplicador administra enfriamiento preciso y controlado en los ‘michelines’ para alcanzar y eliminar las células grasas en áreas específicas. Después, el frío se mantiene durante entre una y tres horas. Las células grasas, ya agónicas, comienzan un proceso natural de eliminación de continúa cuatro meses, cuando se observan los resultados con plenitud. Las grasas jamás regresan, a menos que uno sea un devorador compulsivo. Eso sí, el tratamiento no está recomendado para personas obesas, si no para aquellas que tienen depósitos de grasa complicados de eliminar con dieta o ejercicio. Una sola sesión proporciona una reducción del 20% de la grasa tratada, aunque la técnica se puede repetir entre 2 y 4 meses después. Eso sí, cada sesión cuesta desde 500 euros.

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