Cuando encuentras una buena masa, fácil de manejar, que siempre queda buena y que incluso puedes congelar o descongelar sin problemas es cuando da gusto ponerse a hacer unas empanadillas y cosas por el estilo. Es el caso de la masa que ya os enseñé hace un tiempo para unas empanadillas de carne picada, ha resultado ser buenísima y su mayor ventaja para mí ha sido que puedo guardarla en el congelador, no tarda demasiado en descongelarse y, cuando lo hace, vuelvo a tener una masa elástica y fresca, como recién hecha.
Esto es una gran ventaja a la hora de cocinar porque ahora hago bastante cantidad y la guardo (hago bolas y las envuelvo en papel film), se ahorra mucho tiempo de esta forma. Para la ocasión anterior os enseñaba unas empanadillas de carne picada hechas en horno, en esta ocasión, son de atún y las hice en la sartén.
Ingredientes:
Para la masa (en gr.):
100 de agua50 de aceite de oliva230 de harinaMedia cucharadita de sal (se puede variar al gusto)
Para el relleno:
1 pimiento verde1 pimiento rojo1 tomate1 lata de atún1 diente de ajoSalPimienta
Elaboración:
Preparamos primero el relleno para el que vamos a calentar en una sartén el aceite de la lata de atún, cuando esté caliente añadimos el diente de ajo cortado en rodajas. Antes de que llegue a dorarse agregamos los pimientos y el tomate, todo cortado en cuadritos, y lo dejamos cocinar a fuego lento. Si es necesario añadimos un poco de agua. Por último añadimos sal, pimienta y el atún. Cocinamos hasta que el agua se consuma y reservamos.
Vamos ahora con la masa. En un bol vamos a mezclar el harina con la sal y el aceite de oliva, luego añadimos agua poco a poco hasta obtener una masa elástica que no se pega en las manos, es muy manejable. En mi caso ya la tenía hecha, solo tuve que descongelar.
Ahora que ya tenemos la masa y el relleno, solo nos queda hacer las empanadillas. Para ello puedes hacer pequeñas bolas con la masa y luego estirarlas o puedes estirar la masa y cortar círculos, yo lo hago con una taza. Luego estiro cada círculo, coloco el relleno en uno de los lados y cierro con la ayuda de un tenedor.
Cuando las tengas todas listas tan solo te quedará freirlas en aceite caliente ¡Y a disfrutar!.
A la hora de servir:
Van bien casi con lo que quieras como por ejemplo unas patatas fritas, puré de patatas, ensalada… En mi caso fueron acompañadas de ensalada de tomates. Otra opción es servirlas como entrante en lugar de ser el plato principal.
Sugerencias sobre la receta:
Si prefieres no freir puedes pintarlas con huevo y hornearlas.
Lo mejor:
¿Has hecho muchas? No pasa nada: Colócalas sobre papel film y ve enrollándolas de modo que no se peguen unas con otras, mételas en el congelador y ya las tienes listas para otra ocasión, tan solo te quedará cocinarlas.
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